Por Ramón Durón Ruiz
Felicidades a los carteros de México en su día.
Hay una frase célebre que me encanta: “Lee poco y serás como muchos; lee mucho…¡Y SERÁS COMO POCOS!”
Este 12 de noviembre en el país celebramos el Día Nacional del Libro, fecha instituida en homenaje a ‘La décima musa’, Sor Juana Inés de la Cruz con motivo de su natalicio, poetisa que en el ‘sosegado silencio de los libros supo entresacar la sabia de la vida’, para escribir una amplia obra, convirtiéndose en una de las libre pensadoras y escritoras, más grandes de las letras hispanoamericanas del siglo XVII.
Para embarcarte en el viaje de la vida, que importante es hacerte amigo de un libro, leer cambió de cuajo mi existencia, me llevó a viajar por un mundo desconocido e interesante, me llenó de una gratificante perspectiva de vida, que tuvo la magia de desconectarme de los problemas, trayendo a mi alma paz, haciendo que contemplara más bello al universo.
Los libros me han ayudado a preservar mi identidad y enriquecerla, entresacando de las líneas de cada libro, expresiones de genio, ingenio, amor, humor, creatividad, y en la universalidad del pensamiento, hacerlas parte de mi patrimonio cultural, ayudándome a descubrir mi sentido de vida y con ello lo obvio y lo evidente.
Un libro, es instrumento para que la cultura y la sabiduría de los pueblos no se extravié, es un excelente acompañante del camino, te habla cuando lo necesitas, te enseña todo sin reclamar nada, es luz en la oscuridad, salvavidas en el mar de la vida, es una herramienta básica en tu crecimiento personal y evolución espiritual.
Un libro, es un amigo que te abre las puertas para que visualices al universo con su policromía inigualable, a través de el –en un instante, porque la vida está hecha de instantes– viajas en el tiempo y el espacio, descubriendo culturas distantes y distintas, te entretiene, te invita a la reflexión, al análisis, te llena de valores, haciendo de ti un ser nuevo que no existía.
Un libro, posee la virtud de desarrollar tu reflexión cognoscitiva sobre la vida; a pesar de la llegada de las nuevas tecnologías, su fuerza es tal, que sigue vigente, es insustituible, decidiendo en múltiples ocasiones el rumbo de muchas personas y hasta de naciones; leer, es una experiencia corporal-espiritual excepcional, que sienta las bases para que reinventes tu vida.
Un libro abierto, siempre será un buen compañero caminante, provee paciencia y sabiduría, es manantial de amor, es diálogo que enseña, es un amigo que nunca te abandona y enriquece tu alma, es un viatico cultural en el humano viaje por el universo.
Lo mejor que le puede pasar a un hombre en la vida, es toparse con un libro, siempre será una excelente compañía; es uno de los mejores inventos del hombre, porque es una prolongación del amor a la trascendencia y a la rica imaginería humana.
Miguel de Cervantes dijo: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”, y tener a la mano un libro que ‘se abre con expectación y se cierra con provecho’, es un elogio al alma, es una metáfora a la evolución espiritual que enriquece el lenguaje colectivo y te reencuentra con las grandes haberes, saberes y capacidades del ser humano.
En un libro siempre se expresará la voz de un alma que eliminando el miedo, impulsado parte del amor y la esperanza entablan un diálogo incesante contigo, a través del oficio de la palabra, teniendo muchas cosas que decirte, para que en el encuentro con tu destino, vayas acompañado del polen de la inteligencia, la lucidez, la intuición y la sana sabiduría.
Un libro, tiene la virtud de ganarle tiempo al tiempo, con su inagotable manantial de amor, tiene el poder de quitarle vida a la muerte, siempre será un buen regalo, porque contiene lecciones y enseñanzas de otros que han tropezado en el camino.
Resulta que “dos compadres platican en la plaza de Güémez.
— ¡Oiga compadre!, usted que se pasa la vida lee y lee, ¿le gustan las viejas con pelo güero y ojos claros?
— Me encantan compadre.
— ¿Le gustan con cintura torneada y piernas esculturales?
— ¡Ufff, claro!
— ¿Le gustan inteligentes, con cara bonita, pompis y bubis abultadas?
— ¡Siiiiiiiii!
— Po’s, teniendo tan buenos gustos… ¿PORQUÉ ‘INGADOS ANDA CON MI VIEJA?”