En relación a la cápsula anterior, si yo fuera diputado federal y me asignaran 20 millones para poderlos asignar libremente en obras a favor del distrito que represento, yo lo haría con un gran gusto y un orgullo de apoyar a parte de quienes me dieron su voto, y no pensando con esa acción en obtener una cosa menor: un beneficio económico para mi. Pero esta cultura tan arraigada en muchos mexicanos, este terrible trastocamiento de valores, no le favorece mucho al país en su sano desarrollo.