¿Qué tienen en común la maternidad, el cuidado del otro, el amor y la sensualidad? Si usted es como la mayoría de los entrevistados por la UNAM para el estudio “Los mexicanos vistos por sí mismos. Los grandes temas nacionales” probablemente responderá que todas son palabras intrínsecamente relacionadas con la mujer.

Puede que se pregunte “bueno, ¿y qué? ¿No se trata de relaciones semánticas agradables, incluso bonitas?”. Puede que sí. Sin embargo, conforme avanzamos en la lectura del estudio las cosas se van poniendo más densas…

Por ejemplo, casi la mitad de los hombres y las mujeres encuestadas (45.7% y 44.8%, respectivamente) aceptaron como cierto que el hombre posee un deseo sexual incontrolable y permanente. Si pensar que tal idea se encuentra arraigada en la mitad de la población no le causa siquiera asombro, deje que le recuerde que es el argumento subyacente a la hora de culpar y denostar a las víctimas, tanto masculinas como femeninas, de violencia sexual y acoso.

Pese a lo anterior, la mitad de la población encuestada se inclina a aceptar un estereotipo que personalmente siempre me ha parecido contradictorio que conviva con el anterior: que la racionalidad es una cualidad netamente masculina, mientras que la emocionalidad pertenece al ámbito de lo femenino, algo que parece reflejarse en el siguiente aspecto de la encuesta: la educación de las mujeres.

Si bien cerca de un 40% de los encuestados opinó que la educación no vuelve rebelde a la mujer, un cercano 30% se mostró de acuerdo o parcialmente de acuerdo con tal afirmación. Tal respuesta, se comenta en el cuadernillo del estudio, implica que tanto hombres como mujeres ven la sumisión de éstas como deseable.

La desigualdad laboral también se hace presente en la encuesta al hablar de salarios y liderazgo: el 40.5% de los encuestados varones considera lógico que la mujer gane menos que ellos, a la vez que considera como papel natural del hombre el liderazgo. Sin embargo, el 48.8 de las mujeres manifiesta estar en desacuerdo. Aún no es la mitad, pero se le acerca…

Respecto a la vida privada, 8 de cada 10 encuestados respondió que la fidelidad es importante para mantener una relación… Pero para qué sepa qué contestar la próxima vez que se embarque en una batalla de sexos, resulta que los hombres son más infieles que las mujeres: el 27% de éstos aceptó haberlo sido alguna vez, en comparación con el 12% de las mujeres que aceptaron lo mismo.

Por otro lado, la maternidad y la paternidad fueron condiciones consideradas como necesarias para alcanzar la plenitud, pero la importancia aún es distinta de acuerdo con el género: más del 30% de los hombres consideraron que las mujeres necesitan ser madres para realizarse, en tanto que una cantidad similar de éstos no opinaron lo mismo respecto al varón.

La violencia de género también se hizo de un espacio en la encuesta. Cuatro de cada 10 hombres y mujeres encontraron intolerable que una mujer reciba gritos de su marido; sin embargo, la mitad de los entrevistados aceptó que no se metería en una pelea de pareja por tratarse de un asunto “privado”.

Estos y más aspectos relativos a las identidades del hombre y la mujer fueron analizados por especialistas de la UNAM y usted puede encontrar el estudio completo en este link: http://www.losmexicanos.unam.mx/genero/index.html. Resaltemos, por último, que nada de esto se trata de datos sin ton ni son, sino que todos confirman que en el tema de la igualdad aún queda mucho por hacer, empezando por abrir nuevos horizontes en lo que respecta a nuestra percepción de los otros y de nosotros mismos en cuanto a nuestro género. Quizás podamos empezar por vernos como individuos con un sexo al azar que no debería determinar ni nuestras oportunidades ni carácter.

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