«Estamos ante una fuerza bélica que intenta instaurar un control político regional fundamentado en que la religión, como ellos la entienden, debe gobernar. Es un grupo que si bien recibe mucho financiamiento por sus operaciones económicas en aquellas zonas donde tiene el control, como la venta de petróleo, incautación de bienes y venta de reliquias históricas, para este tipo de atentado no necesita mucho recurso, ya que su influencia ideológica es tal, que aquellos que se radicalizan para realizarlos, los hacen por sus propios medios, lo único que les aportan es el «know how».. Los más afectados serán los musulmanes que serán segregados y rechazados por el simple hecho de practicar esta religión, y esta discriminación es lo que llevará a los mismos a engrosar las filas de estos grupos terroristas». Eso dijo la ex-Asesora de Seguridad de Bill Clinton.