Los gobiernos del mundo deben tener el valor de reconocer que la lucha contra las drogas, en el enfoque prohibicionista y punitivo, ha fracasado y llegó la hora de cambiar de estrategia, plantea el último documento de la Comisión Global de Políticas de Drogas.

El documento asegura que después de 50 años de aplicación de la Convención Única de Estupefacientes de la ONU, a partir de 1961, y 40 años de que el presidente Nixon declarara la “guerra” global al narcotráfico, todo señala que esta política ha fracasado.

Lo que realmente se ha obtenido a partir de la aplicación de la Convención, prueba el texto, como también lo señalan otras investigaciones, es que se ha expandido “dramáticamente” el mercado global de las drogas y ha crecido la capacidad operativa del crimen organizado.

Expresidentes de América Latina alertan que la política represiva de drogas fomenta el delito.
Respaldan expresidentes de México y AL regulación de mariguana.

La actual estrategia conlleva “el riesgo de que las agencias de Estado y los cárteles quedan atrapados en una especie de ‘carrera armamentista’, donde los esfuerzos del gobierno llevan a un aumento en la fuerza y violencia empleadas por los traficantes… desafortunadamente, eso parece ser lo que estamos presenciando en México y en muchas otras partes del mundo”.

El informe establece, es enfático en la afirmación, que toda la experiencia acumulada señala con claridad que la violencia generada por el narco no disminuye con el enfoque punitivo a cargo de las fuerzas del orden público. Como ejemplo, junto a otros, se ofrece el caso de México.

Los firmantes aseguran que la “guerra” contra el narcotráfico en el actual paradigma nunca será ganada e insisten en que ha llegado el momento de abandonar la actual estrategia, para sustituirla por la de salud pública y avanzar en la legalización-regulación del consumo de la mariguana. El punto central del nuevo enfoque debe ser reducir la demanda del consumo por la vía de la prevención y la educación.

La reacción del gobierno de Estados Unidos, que siempre ha sostenido una doble moral sobre el tema, fue la de rechazar las propuestas de la Comisión. A través del expresidente Fernando Henrique Cardos y César Gaviria, sus miembros reaccionaron y pidieron que “ha llegado el momento de rendirse a la evidencia” del fracaso de la actual estrategia.

En general todavía los gobiernos van en sentido contrario de lo propuesto y asumen la postura de que “el sistema internacional de control de drogas es inmutable y que cualquier enmienda, por razonable o pequeña que éste sea, es una amenaza a la totalidad del sistema”. La Comisión califica de “mirada estrecha” esta visión.

La “responsabilidad compartida” que impulsa Estados Unidos, señala la Comisión, se ha convertido en una camisa de fuerza que ha inhibido imaginar otras políticas. Hasta ahora es la lógica en la que se mueve el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. ¿Por qué ir a contracorriente de los especialistas de la evidencia científica? ¿A quién beneficia seguir repitiendo la estrategia prohibicionista y punitiva que ya fracasó?

@RubenAguilar