Si resultara cierto aquello que el diputado federal, Adolfo Mota, le han dado línea para empezar a balconearse como aspirante a la gubernatura de dos años, a nuestro particular punto de vista podría ser que es muy fuerte la presión de los senadores priistas y a ese paso, luego de Buganza quien se pasea por todo el estado, no dude usted que también Jorge Carballo empiece a pagar a la prensa amiga para volver a la vieja estrategia de ser muchos y concluir en una declinación en pos solo de uno, en este caso Erick Lagos Hernández.
Y es que seguimos sosteniendo, no hay más candidato de la fidelidad; no existe ningún presidente del PRI estatal con aspiraciones, solo hay una instrucción desde el consulado español a que el bueno debe ser el del distrito de Acayucan, eso sí dando esperanzas vanas que “después vas tu” por la de 6 años, que los Yunes se frieguen, de eso no hay duda.
Y a esa inclusión de Adolfo Mota, el mismo que el Tio Fide como gobernador le llamaba como “Motita”, insisto se le pueden sumar los que ustedes gusten, porque el chiste es hacer ver a los Pinos donde se reconoce la presencia de los Senadores, Hector Yunes, pero sobre todo la de Pepe Yunes, que cuando se convoque a la unidad no habrá el mínimo problema, será Erick Lagos el ungido, al fin que en el método de selección propuesto se contempla el tradicional dedazo.
Cierto es que asombra la manera temeraria de cómo se define en la avenida Ruiz Cortines y Francisco Moreno, la manera en que se va elegir el candidato a gobernador, sobre todo cuando se afirma que la encuesta o mediciones no será determinantes y en forma cantinflesca su mismo presidente señala “lo más importante es el termómetro social que tenemos, de cómo podemos ir juntos, de cómo podemos amalgamar toda esa gran fuerza del priismo”, o bien la expresión cotidiana “qué se quiere para Veracruz y los aspirantes qué quieren para el estado y lo que pueden hacer por él”, esta última aseveración, como si los aspirantes a la gubernatura en especial los senadores fueran un par de chamacos precandidatos a una alcaldía y desconocieran su municipio.
Aquí hay que decir que el solo hecho de hablar de que el PRI del gobierno en el poder otorgue un proyecto al candidato para que pueda construir una plataforma de triunfo, ofende; porque si alguien sabe lo que necesita y quiere el pueblo de Veracruz, ese es Pepe Yunes, quien seguramente le ha dado la vuelta al estado por más de 10 ocasiones, las mismas que no se podría jactar ninguno del comité directivo estatal del PRI, incluso su presidente.
Pero volviendo a la fuerza política de los senadores del PRI, su presencia en las esferas del poder, su relación con los miembros de gabinete y su posicionamiento ciudadano, mantienen pensativos a los que habitan en la calle de Enríquez en la ciudad de Xalapa, sienten que el proyecto ordenado por el “Tío” se les va de las manos, a sabiendas que la deben de jugar así y dejar la vida en el intento, porque de lo contrario podrían tener mucho tiempo para pensar en los errores.
Pero sin duda, el sistema priista de la fidelidad dominando en Veracruz, aún está a tiempo de pedir perdón y solicitar permiso de retirada, aún está a tiempo de enmendar errores y resanar heridas, porque a final de cuentas el que los manda está cómodo en un consulado, mientras son otros los que sufrirían con tiro seguro si llegara Miguel Ángel Yunes, que no se cansa de gritárselos.
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