Por Ramón Durón Ruíz
Hay una historia que me encanta: “Un sultán soñó que había perdido todos sus dientes. Al despertar, llamó a un sabio para que interpretase su sueño. — ¡Qué desgracia! –dijo el sabio– cada diente caído representa la pérdida de un pariente Majestad.
— ¡Insolente! ¿Cómo te atreves a decir semejante cosa? ¡Castigadle! –gritó el sultán enfurecido.
El sultán consultó a otro sabio y le contó el sueño. Después de escuchar al sultán con atención, le dijo:
— ¡Señor! Gran felicidad le ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirá a todos sus parientes.
El semblante del sultán se iluminó, ordenó que dieran cien monedas de oro al sabio.
— La interpretación que has hecho de los sueños –le dijo uno de los cortesanos del sultán– es la misma que el primer sabio. No entiendo porque al primero se le pagó con un castigo y a ti con cien monedas de oro.
— Todo depende de la forma en que se dice. Un gran desafío del ser humano es aprender […el poder de la palabra]. De ella depende la felicidad o la desgracia. La […palabra] se compara con una piedra preciosa. Si la lanzas contra el rostro puede herir, pero si la envuelves […delicadamente] y la ofreces con ternura, será aceptada con agrado.»1
El ser humano está tocado por el poder de la palabra, por ella es que el alma comunica emociones y sentimientos, la palabra es un instrumento vital que el hombre posee para comunicarse.
A través del poder de la palabra, el ser humano da un giro de 180º a su vida, crea o destruye, enferma o sana. La palabra te enseña que “lo importante no sólo es llegar a la fiesta de la vida, sino saber bailarla y disfrutarla”
HOY, eleva tu autoestima, al levantarte decreta en voz alta palabras de amor para ti, aprender a decir “me quiero, antes de decir te quiero.”
En la Biblia dice en el principio era el verbo, utiliza el verbo para animar, para llenarte de poder, “ten cuidado con lo que […dices]) porque bueno o malo… se te va a hacer realidad” el universo no conoce bromas; muchas historias conozco donde el ser humano decreta algo y por arte de ‘magia’ se cumple.
En una conferencia que dicté en Saltillo, me contó un contador: “Mi Mamá discutió con mi hermano, molesta dijo:
— ¡Ya me quiero morir! En la noche entró grave a terapia intensiva. Después de varios días, mi hermano se le acerca y le susurra al oído: — “Mamá perdóname, te quiero mucho, te necesitamos. Al día siguiente los médicos sorprendidos vieron como mi madre mejoraba rápidamente, la dieron de alta varios días después.”
Un terapeuta me cuenta que “a una de sus pacientes le secuestraron y mataron un hijo, llena de dolor decretó:
— ¡No quiero ver! El Universo tomó sus palabras y a las pocas horas estaba ciega. Después del novenario, su familia la llevó con distintos especialistas, no encontraron respuesta científica a su ceguera.”
Hace años fui invitado por Mario Vanzzini a su programa de TV Volumen 2, en Monterrey, NL. Compartí el escenario con Francisco Suárez Rosas, a) “El mago Frank”. Comentó que “hace 40 años fue a una Convención Internacional de Magos a San Antonio, Texas. Para ahorrar dinero para adquirir artículos de magia, sólo comía las galletas saladas con mantequilla que colocaban sobre la mesa del comedor.
En una de las tiendas de magia, vio que vendían un conejo de peluche –para ventrílocuo–, inmediatamente quedó prendado de él, solicitó se lo facilitaran, rápidamente “lo puso a hablar”; decenas de gringos curiosamente se arremolinaron en torno al conejo y él. Entonces se le ocurrió que el conejo cantara el Cielito Lindo, que fue coreado gustosamente por quienes lo rodeaban, emocionado preguntó el precio: — ¡70 dólares! –le respondieron.
— Demasiado para mi presupuesto –dijo– dejando con tristeza en la vitrina del mostrador al conejo, que atrapó su alma. Durante los eventos de la Convención, repetía a cada instante ¡ese conejo es para mí!
Por la noche, al llegar a su habitación, sorprendido vio una enorme caja, la abrió y se espantó, ¡era el conejo con el que había hecho juegos malabares como ventrílocuo!, inmediatamente pensó: ‘me equivoque de habitación’, revisó el número, confirmó que era la suya. Fue a la tienda, ahí le informaron que un señor de avanzada edad lo había adquirido. Nunca supo quién se lo obsequió, lo que sí sabe es que la palabra tiene poder, desde entonces el conejo y él son uno”
La frescura y naturalidad de la palabra, posee un encanto que cautiva, es la configuración de la sabiduría que hay en tu ser, el poder de la palabra puede cambiar tu vida, utilízala para tender puentes de amor, como fuente de creatividad, paz, sanidad y alegría.
El viejo Filósofo te invita que decretes palabras positivas, recuerda que el poder de la palabra gobierna tu vida. Para saber cómo te va a ir HOY, escucha tus palabras y sabrás lo que a ti llegará, elimina la separación que genera el miedo, edifica una unidad entre tu pensar, sentir y actuar, ¿cómo hacerle? Has a un lado el miedo, deja de criticar, de sentir envidia, odio, se agradecido, concéntrate en lo bueno que la vida te provee, alégrate por el milagro del nuevo día, ama, sonríe… sé feliz.
Aprendiendo del humor del mexicano, el Filósofo afirma: “A mi edad puedo vivir sin sexo… ¡PERO NO SIN LENTES!”
1http://cuentosqueyocuento.blogspot.mx/2009/02/el-poder-de-la-palabra.html