Saltillo. El gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, entregó personalmente su cuarto Informe de Gobierno al Congreso local, integrado paritariamente por hombres y mujeres, una semana antes de rendir cuentas en la sede del Legislativo, el pasado lunes 30 de noviembre. Es la tercera vez que ocurre.
Así, las y los diputados tienen tiempo para preparar su posición y preguntas e intervenir en el diálogo republicano entre poderes, que es único en el país. El gobernador en su mensaje de una hora se distancia de los textos llenos de números, para privilegiar la argumentación y la reflexión política. Es notable la importancia que dedicó a la cultura, la ecología, los derechos humanos, el papel de la mujer y los desaparecidos. No es común en textos de otros gobernadores.
Al posicionamiento de los siete partidos representados en el Congreso —cuatro nacionales (PRI, PAN, PVEM, Panal) y tres locales (UDC, PPC, PSDC)— el gobernador responde a cada uno. La oposición, salvo el PAN, reconoce lo hecho por el gobierno, pero todos hacen observaciones y plantean dudas. El PAN, con lenguaje crítico, reclama el uso de recursos públicos en favor del partido gobernante. UDC reconoce logros y señala deficiencias. PVEM propone iniciativas. PPC solicita más beneficios para el campo y reclama que la generación de empleos se concentra en pocas regiones. Panal pide más recursos para la educación y destaca que todos los docentes hicieron la evaluación. PSDC demanda multiplicar las acciones en la lucha contra la pobreza.
El gobernador, en esta primera vuelta, acepta críticas, pero en otras ocasiones, manifiesta su desacuerdo. Reconoce que es mucho lo que falta por hacer. En sus respuestas revela un conocimiento preciso sobre la realidad del estado y un manejo notable de las leyes y estadística estatal, que lo ponen en ventaja frente a las y los diputados.
Después hay dos series de preguntas y el gobernador responde a cada una. Se le cuestiona por: aborto, pareja estable coexistente, industria del carbón, pensiones, reestructuración de la deuda, acciones contra quien la contrató, abasto de hospitales, padrones de beneficiarios, reducción de la pobreza, estrategia de seguridad, donación de órganos, embarazo temprano, generación de empleo, salidas al exterior, promoción turística y de productos locales, impulso al deporte, ciencia y tecnología, buenas prácticas, programa alimentario, candidaturas independientes, Fuerza Coahuila, práctica de notarios, casinos, organismos internacionales y desaparecidos.
El gobernador, en un bloque de respuestas revela sus convicciones y en otro fundamenta sus decisiones de política pública, ofrece más información y explica las dificultades para cumplir con ciertos compromisos. Sus respuestas pueden o no satisfacer a los que cuestionan, que tienen derecho a réplica, pero no evade ninguna pregunta. Este ejercicio republicano, he sido testigo de los tres, no cuestiona el régimen presidencial, pero sí añade elementos del régimen parlamentario. Las ocho horas que duró el informe-diálogo son una práctica innovadora que abona a la construcción de una democracia de calidad. El presidente y los gobernadores deberían asumirla.