EL PANORAMA político de la entidad, relacionado con la sucesión gubernamental, sigue en las mismas condiciones, es decir, sin solución alguna y con una gran dosis de incertidumbre.

Cierto es que ya se dijo en algunas ocasiones y por medio de autorizados voceros, como es el caso del propio dirigente estatal del PRI, Alberto Silva Ramos, que este asunto de la candidatura se verá resuelto hasta la tercera semana del mes de enero, considerando lo complejo que ya se ha convertido este proceso electoral interno.

La tardanza en la solución de la candidatura priista, ha generado diversas reacciones y hasta conjeturas respecto de quienes se encuentran en los primeros lugares de esta aspiración. Por ejemplo, se ha manejado constantemente en los recientes días que existe la posibilidad de que Pepe Yunes, el hombre mejor posicionado en el ambiente político de la entidad, decline a favor de Héctor Yunes Landa, por aquello de que ambos conforman el mismo proyecto político para Veracruz, con la diferencia de que solamente uno de ellos puede ser Gobernador del Estado.

Si es así, Pepe Yunes, tiene varias opciones políticas, de las cuales podemos vislumbrar unas tres por el momento. La primera sería esperarse a jugar la oportunidad política de la gubernatura de seis años, en el supuesto caso de que las circunstancias políticas, no le hagan pasar una mala jugada en el momento en que lleguen estos tiempos. Segunda, que alguno de sus amigos de la federación, como es el caso de Luis Videgaray, llegue a ser el candidato a la Presidencia de la República y entonces, optar por acudir al llamado político nacional, y Tercera, que ganando su equipo político, la primera magistratura del país, pueda ser llamado a cumplir una responsabilidad mayor, es decir, hasta una Secretaría de Estado, que no estaría lejos, conociendo la capacidad política, la inteligencia y el amplio conocimiento que el político de Perote, tiene sobre la realidad del país.

Sin embargo, como lo hemos apuntado, estas solo son consideraciones, en el caso de que en verdad, se este gestando una declinación a favor de Héctor Yunes Landa, ya que el mismo Pepe Yunes, ha afirmado y reafirmado, que solamente dejaría libre si el candidato lo es Héctor Yunes, pues de lo contrario, seguirá hasta el final, consciente de que tiene un gran capital político que ha logrado a través de los años y con su constante trabajo por todos los rumbos de la entidad veracruzana.

Declinar, desde luego, no esta en su programa de acción política, pero si las circunstancias, que también juegan un papel decisivo lo llevaran a tomar esta decisión, Pepe Yunes, trabajaría intensamente al lado de Héctor Yunes Landa, de acuerdo a lo que siempre ha manifestado, siendo fiel, de esta manera, al compromiso adquirido con el mismo Yunes Landa.

De las tres opciones que hemos comentado, seguramente, la más preferiría el Senador Pepe Yunes, sería la de seguir trabajando por Veracruz, esperando que los tiempos se acomoden para buscar la candidatura a la gubernatura de seis años, pues no estaría dispuesto a perder, de la noche a la mañana, el enorme potencial político que tiene en la entidad, así como toda la estructura que se ha conformado a lo largo del territorio estatal.

Pepe Yunes, como hizo saber en su reciente informe legislativo, ha realizado una tarea de gestión muy importante para el propio Estado, y para los municipios en general, por lo que tiene una presencia indiscutible que no podría perder, a menos por voluntad propia, en los dos años que dure la inmediata gubernatura.

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EL GOBERNADOR DEL Estado, Javier Duarte de Ochoa, ha sido claro, en el sentido de que la confianza que le tiene el Presidente de la República, al grado de confiarle la decisión sobre la candidatura del PRI, en busca de la gubernatura de dos años, no es para beneficiar a un compadre o amigo, sino para apoyar las tareas del propio Partido Revolucionario Institucional, y en consecuencia, a Veracruz.

Pero, ¿y si no es así?

Entonces las cosas cambiarían radicalmente. Una nueva recomposición de fuerzas políticas tendría que llevarse a cabo, principalmente, con los grupos más fuertes que existen hasta ahora, es decir, aquellos que integran la estructura política de cada uno de los dos Senadores de la República, priistas.

El tiempo mismo, prácticamente, estaría en su contra, porque recomponer políticamente a la entidad, sería un trabajo titánico para el equipo duartista, de tal manera, que se vería imposible garantizar un triunfo tricolor.

Una decisión de esta naturaleza tendría que estar plenamente negociada con todos, donde la unidad, de la que tanto se ha hablado, fuera una realidad en el campo político de la entidad.

Y si bien es cierto, que como dice el dirigente estatal del PRI, Alberto Silva Ramos, que cualquiera de los aspirantes no ganaría una elección, sin la concurrencia de los demás, entonces, estaríamos precisamente, en esta posibilidad de que un candidato ajeno al dúo de Senadores de la República, necesitaría el apoyo de los mismos legisladores.

Pero, si la confianza presidencial, le ha dado a Duarte de Ochoa, el gran don de elegir, no es, como lo dice el propio mandatario estatal, de beneficiar a un amigo o compadre, sino a las propias condiciones políticas del PRI, en Veracruz, para garantizar, de alguna manera, el triunfo electoral del futuro proyecto político del mismo Presidente de la República.

Vaya, temas que ha originado el inédito proceso electoral de Veracruz.

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ES POSIBLE QUE las famosas comparecencias de los principales funcionarios del gobierno del Estado, que se realizan después de presentado el informe anual del propio Ejecutivo Estatal, desaparezcan en la futura administración de dos años, con la posibilidad de que no vuelvan a realizarse nunca más, cuando menos, en el formato que ahora tienen, porque no contribuyen a nada.

Y es que el objetivo de estos encuentros entre funcionarios y legisladores locales, no se cumple a cabalidad, pues, como se ha visto, solamente, son reclamos que buscan poner a los funcionarios estatales, en plena evidencia, sobre todo, por diputados opositores al PRI.

Pero, fuera de esta consideración, la mayoría de legisladores, no se encuentran preparados para dialogar civilizadamente, pues sus interrogantes, no tienen, muchas veces, el fundamento necesario para hacer que el responsable de una determina área del gobierno estatal, desmenuce lo que dice el informe, pues se asegura, antes que nada, evidenciar al funcionario, porque no hay capacidad, inteligencia, experiencia y menos conocimiento de la realidad de un Estado, como Veracruz, que hace tiempo, requiere de una verdadera legislatura que responda, a los exactos requerimientos de un Poder Legislativo.

Mal andamos en Veracruz, con nuestro Diputados.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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