YA SIN CAÑAS de pescar, el asunto de la sucesión gubernamental, ha entrado en una fase de mayor respeto y análisis político.

Los protagonistas de esta lucha política, saben muy bien que es mejor civilizar esta contienda por la gubernatura de dos años. No hay necesidad de tanto desgaste que finalmente lo que hace es enrarecer más el proceso electoral interno y hasta poner en riesgo el triunfo electoral del Partido Revolucionario Institucional.

Se busca ver las cosas desde el lado positivo y esta pausa, la de diciembre, esta sirviendo, precisamente, para calmar las cosas y reanudarlas, con más profesionalización política, en el año que viene.

No será, de ninguna manera, un proceso interno muy tranquilo, como se quisiera, porque, finalmente, los intereses políticos estarán presentes, aún cuando se diga constantemente que la unidad superará todos los conflictos políticos y hasta personales que se han dejado ver en los recientes meses.

El mismo Gobernador de la entidad esta consciente de que el tono de la actividad política habrá de incrementarse en los días por venir, pero también se cree que será bajo otras condiciones, seguramente, mucho más concertadas, de tal manera que se buscará que nadie salga perjudicado.

En la actualidad, ya se han identificado varios grupos políticos que están proponiendo sus propias ideas y hasta han puesto de por medio sus opciones políticas. Todos se preparan para una contienda electoral que vendrá con más fuerza en el mes de enero, pues se tiene contemplado que la decisión política del PRI, se dé precisamente en la tercera semana de este mismo mes, es decir, que el año dos mil dieciséis comenzará con una actividad política relevante.

Y en todo esto ha tenido que ver, de alguna manera, los acuerdos tomados en la cumbre de San Julián, donde el dirigente nacional del PRI, cumplió con el encargo presidencial de poner orden y tranquilidad en un Veracruz político, que amenazaba con desbordarse y crear un ambiente propicio para las intenciones de la propia oposición.

Así, todo quedó en un acuerdo, es decir, esperar con paciencia la decisión política que vendrá desde el altiplano, eso sí, con el acuerdo conjunto con quien manda en Veracruz, que bien lo ha dicho el propio Gobernador Duarte, que la confianza que le tiene el Presidente, es por no haber perdido elección alguna.

Ya veremos más de este asunto sucesorio en la entidad veracruzana, que muy a pesar de ser para un gobierno de dos años, no deja de tener la enorme importancia de volverse un gobierno de ocho años. Es aquí, aunque no lo parezca, la razón de tanto jelengue en la vida política de Veracruz.

Quien logre la candidatura de dos años a la Gubernatura de Veracruz, tendrá la oportunidad de apoyar el futuro gobierno de seis. Por un lado, el proyecto político de los Yunes rojos, así lo determina.

Pero, ¿Qué hay de la propuesta gubernamental del grupo de Palacio de Gobierno?.

Desde luego, que no hay mucho que pensarle, porque este proyecto mismo esta basado en las mismas razones, es decir, que si el Presidente confía en este grupo la propia elección de dos años y la ganan, entonces, la de seis, estaría en el mismo camino, considerando que al Presidente, le interesa el triunfo electoral de su candidato para el dos mil dieciocho.

Esta circunstancia, es la que no se ha desmenuzado, todavía.

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Y PARECE QUE todo tiende a caminar muy despacito. Los acuerdos, firmados recientemente, en una carta de intención, entre el Gobierno de Veracruz y el de Puebla, con la finalidad de conjuntar acciones para evitar, supuestamente, mayores accidentes en las ciudades de los dos Estados de la República, son ya una realidad.

Así lo han dejado claro los convenios a firmarse para que tanto los automovilistas poblano no corran en Veracruz, como los de Veracruz, mantengan sus ansias de pilotos en las propias vías de las ciudades de aquella entidad poblana.

Esto se refiere, desde luego, a las famosas fotomultas que ya se aplican en las dos entidades, pero que no surtían los efectos para los automovilistas veracruzanos que se llegaban a Puebla, como era el caso en viceversa. Así, los convenios entre los dos gobiernos, serán para una aplicación conjunta de las multas y se puedan aplicar en las dos entidades para todos los automovilistas que superen las velocidades permitidas, las cuales son registradas con las máquinas instaladas en puntos estratégicos de las principales avenidas de las ciudades de los dos Estados de la República.

Así es que, a caminar despacio, que no por eso, se llega más temprano, pues los accidentes muchas veces impiden que alguien llegue, finalmente, a su destino.

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POR ALGUNA RAZON, Flavino Ríos Alvarado, fue incluido, de alguna manera, en las posibilidades de ser nominado candidato a la gubernatura de dos años. Hay quien apuesta que el actual Secretario General de Gobierno, juega un importante papel político, en esta contienda electoral.

No es nada del otro mundo, saber que el político sureño, tiene cuerda política para mucho tiempo y más cuando ha demostrado que sabe tejer fino en estas cosas del quehacer público.

Ríos Alvarado, podría estar considerado para el diseño de una tercera opción, hablando de grupos políticos en la entidad.

De no ser ninguno de los Senadores de la República, la candidatura priista, así como tampoco para el grupo que impulsa al Cisne Silva Ramos, la opción, sin duda, estaría siendo el mismo Secretario de Gobierno.

Por eso, se ha filtrado su nombre. Por eso, se le ha mencionado constantemente para no mantenerlo frío para una posible decisión política en su favor.

Y pocos serían, en este momento, los que no coincidieran en que Flavino Ríos Alvarado, bien podría ser un excelente Gobernador.

El perfil, lo tiene, indudablemente.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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