PARECE que la alianza PRD-PAN, no cuajará, cuando menos en la dimensión que se le ha dado en los recientes días, para el Estado de Veracruz, en sus próximas elecciones, pero si alguna preocupación puede haber para el Partido Revolucionario Institucional, ésta pudiera estar dentro del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena.

Efectivamente, cuando las fuerzas políticas se están midiendo para la participación en la contienda del mes de junio, aquí en la entidad veracruzana, centrándose la atención en la intención de los dos tradicionales partidos de oposición al tricolor, lo que no están tomando en serio es el avance de la popularidad del propio Peje, que sigue arrastrando gente, políticamente hablando, en todo el país, pero de manera particular en Morena, lo que pudiera ser un dolor de cabeza, éste sí, certero, para el PRI.

Lo que vendría ayudando al priismo veracruzano, es que Morena, no cuenta con un candidato fuerte, ya que su carta parece estar en Chuitláhuac García, el Diputado Federal, que sorprendió en Xalapa, cuando superó en votos a la ex alcaldesa Elizabeth Morales García, pero que a nivel estatal, no tiene la experiencia, ni los tamaños políticos para enderezar una buena campaña política. Hay que recordar que el actual legislador federal por Xalapa, no movió uno solo de sus dedos para conseguir los votos necesarios para ganarle a Morales García, sino que adoptó únicamente la posición de espectador político, sin hacer una verdadera campaña que lo ubicara como el favorito de los electores jalapeños.

Por esta razón, para el PRI, no sería un candidato fuerte en lo individual, pero hay que estar atentos a la evolución de las preferencias electorales, pues si Andrés Manuel López Obrador, decide lanzarlo, hasta es posible que venga personalmente a darle el apoyo a su candidato.

Por eso, no extrañó que el Gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, mencionara hace poco esta circunstancia, porque de alguna manera, los operadores políticos del PRI, ya tienen, en este momento, no una encuesta, sino muchas de lo que puede estar sucediendo entre los propios veracruzanos.

Ahora bien, lo peligroso del asunto es que si Morena, logra llevarse un buen porcentaje de votos, estaría dividiendo la elección, lo que generaría una oportunidad para la famosa alianza PAN-PRD, si es que, finalmente, llegara a cuajar con su candidato Miguel Ángel Yunes Linares.

De esta manera, parece que la estrategia política del PRI, tendría que diseñarse por varios frentes, es decir, atacar la alianza y desde otro punto de la contienda, contrarrestar el avance del Movimiento de Regeneración Nacional. Desde luego, que no será una tarea fácil, pero sí una atención política desde ahora, que si bien ya la tienen contemplada desde hace tiempo, seguramente, en estos días que faltan para concluir el año, acelerar este proceso de eliminar lo más que se pueda, la penetración y presencia de este partido político que ha venido creciendo como la espuma, aunque se diga que en el Distrito Federal, la popularidad del Peje, ha estado a la baja.

Pero, como en todos los casos, vale más prevenir este desenlace en las próximas elecciones locales, sobre todo, para el PRI, partido político que ha estado constantemente en pugna por su propia candidatura a la gubernatura del Estado, derivado de la participación política de muchos aspirantes, cuya lista ha crecido mucho y con fuertes contendientes, dificultando, por lo que se ve, una decisión acertada para mantener el poder en Veracruz.

No es para espantarse, pero Morena, sin ganar, pudiera estarle haciendo un profundo hoyo al priismo veracruzano, generando una oportunidad política para la famosa alianza, que también, por lo visto, es una papa caliente para los propios dirigentes estatales y nacionales de los perredistas y panistas, en lo general.

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Y LA PREGUNTA que en todo Veracruz, y en algunos casos del altiplano, se formula, es la siguiente:

¿Y, cómo va la sucesión gubernamental?

Pues nada, que este proceso electoral, de suma importancia para el mundo político de la entidad, se ha estacionado brevemente por aquello del mensaje presidencial que trajo recientemente el dirigente nacional del tricolor.

Eso fue lo que trajo, solamente, Manlio Fabio Beltrones, a la cumbre de San Julián, porque de humo blanco, no hubo nada, salvo aquellos que se confundieron con la espesa neblina que logra acumularse en esta parte de las faldas del cofre de Perote, donde se encuentra ubicada la propiedad de los Señores Yunes, que por cierto, cuentan por todas las vocces, que fueron, como siempre, los grandes anfitriones para este encuentro.

Pues si, a la pregunta de todos, en este momento, habría que contestar que la política veracruzana, la que se especializa en la sucesión gubernamental, se ha visto estacionada, pero sin dejar de estar, sumamente complicada.

Para los que piensan que el asunto esta resuelto, prácticamente, se están equivocando, porque hay señales de que habrá una larga lucha por esta posición que dentro de trescientos cincuenta y seis días, habrá de dejar el Gobernador Javier Duarte de Ochoa.

El grupo de Palacio, le esta haciendo cansada y difícil la tarea de los Senadores de la República, los personajes más avanzados en esto de la sucesión, pero que a pesar de todo ello, se están encontrando con serias dificultades que se organizan desde el bunker político comandado, precisamente, por quien todavía manda en Veracruz, pues como se sabe, hay la insistencia de que sea este mismo grupo político, el que siga mandando en la entidad veracruzana.

Así las cosas, no habrá, de ninguna manera, marcha atrás en un proyecto que se ha construido desde hace tiempo, basando su fuerza, en la certeza política que ha tenido en las diversas elecciones que ha tenido que enfrentar y de las cuales ha salido airoso.

Y es que todos están ciertos o cuando menos coinciden en que ningún candidato, sea cualquiera de los Senadores priistas veracruzanos, o del grupo político de Palacio, ganará sin la concurrencia de ambos frentes.

Alguien, sin duda, tarde o temprano, pondrá calma y sosiego en este enfrentamiento.

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OJO, FLAVINO RIOS Alvarado, no esta quieto, como parece.

También, como lo hemos dicho en varias ocasiones, tiene lo suyo y puede, en determinado momento, colarse entre las piernas de cualquier jugador de esta contienda política.

Aunque pocos lo vean, se prepara para lo que pueda suceder y hace bien, porque a como están las cosas, un tercero, en discordia, podría ser la verdadera solución.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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