*Hoy en tu cumpleaños…sigues viviendo entre nosotros.
“En ese lugar glorioso Mamá….que disfrutes este día”.
Alfonso Mora Chama
Un año más sin ti mi recordada Conchita. Un año más para felicitarte ausente, como antes lo hacía siempre que nos esperabas en nuestra casa, a la familia toda que, acudían a ti para saborear el mole, los chocos y los riquísimos chiles rellenos que desde dos noches antes iniciabas la preparación concienzudamente….
La tristeza me invade cuando debo estar tranquilo sabiendo que estás junto a Dios, en ese lugar en donde no aparecen envidias, rencores, maldad, intrigas y falsedades; en donde están quienes respetaron la confianza y la creencia del Creador. Dejaste todo entre nosotros Mamá, lo que nos enseñaste, la honestidad, la tenacidad y la lucha sana por la vida, admirándote porque supiste cumplir en una doble responsabilidad, de padre y madre, hasta darnos la única herencia de valor y respeto….una carrera universitaria, a cada uno de tus dos hijos…junto con mi hermano Jorge…
Aun llevo ese instante, cuando tu manita soltó la mía, en esa madrugada fría en la clínica del Seguro Social…..señal mi mamacita que ya deseabas descansar y tener el sueño eterno…ahora duermes pero me sigues mirando, me sigues cuidando…desde el cielo a donde algún día estaré contigo. En mi corazón estás latente, amorosa y cuidando de mi quehacer diario, siguiendo con tu sagrada misión a pesar de estar ausente físicamente, ¿y sabes Conchita?…no puedo cambiar la mañana triste al despertar y no ver tu risueño rostro, tu consejo matutino, tu dulce caricia, el abrazo calientito y….tu bendición.
Sigo escuchando como cuando estabas entre nosotros, la música romántica que aprendí de ti…la Chacha Linda con la que te enamoró mi padre Foncho Mora, canciones que salían de la consola que compraste con sacrificios, recuerdo que a don Nicho Pérez, vendedor de Radio Mundial, en abonos….de ahí salían las voces de Amalia Mendoza “La Tariacuri” y de su hermano…”El Río Canta”, “Escarcha”, “Vuelve”, Chacha, de los Martínez Gil.
Tu viejo molino, está entre tus nietos y bisnietos, saben que deberán conservarlo en esta tu casa, ahora de ellos, pero como deseo tenerte aquí mamá para contarte todo, la falta que me haces, preguntándome a cada momento….¿Por qué me dejaste?. Esa necesidad de escuchar tu sabio consejo y la ternura que me brindaste hasta el triste adiós y la soledad en que se vive….Conchita jamás podré olvidarte.
Cuando Dios me llame a cuentas mamá, tendré alegría y lo haré en paz sabiendo que me estarás esperando, para darme alivio a esta tristeza que no me deja ante tu ausencia, si antes Mamá, tú me dabas consuelo y aliento para superar problemas, ahora me acobardo y voy a tu tumba a buscar tu palabra y la escucho porque no has muerto, el amor de madre no muere…no se le niega al hijo en vida.
Tu corazón Mamá me sigue comprendiendo y esos ojos que se endurecían para hacerme hombre, fuerte, de lucha, los veo ahora tiernos después de la lección para darme fuerza y me guiaron para tener alas y poder volar…tú que gozas de la presencia de Dios, pide por nosotros simples mortales…que acabe la violencia, la inseguridad, pero pido más Mamá…envía bendiciones a mis cuatro hijos, a mis nueras, a mis nietos y a mi hermano Jorge, el maestro que cumplió para “licenciarse”…fuiste, eres y seguirá siendo ejemplo de humildad, de trabajo y de honestidad.
Ahora entiendo que el amor de una madre no termina aún de muerta. Sabes por qué lo digo, si en los momentos de angustia en mi secuestro, ese jueves de Semana Santa, lo dije, sentí tus pasos que llegaron hacia mí, en esas duras tablas en donde me tenían tirado y amarrado…te escuché mamá, lo sabes si estabas acompañándome en esos días de martirio y desesperación….fuiste mi única compañera en cautiverio y me diste valor, deseo de vivir y creer en Dios…aún escucho las suaves palabras que expresaste, mientras los malosos soltaban carcajadas y tomaban parece ser, cerveza enlatada…”No te pasará nada Foncho”…un breve respiro y: ”Dios te cuidará”.
¡Me salvaste Mamá….!
Gracias mi conchita. Hoy en tu cumpleaños porque aún un mueres para mí, felicidades y que sigas cuidándonos desde ese lugar sagrado al lado del Creador, de Dios que nos protege y seguirá haciéndolo hasta que decida llevarme para estar contigo Conchita…
Gracias Mamá….mi Conchita hermosa, en este día que mis ojos sudan y no desean cerrarse esta noche para dormir, a una hora de la madrugada, tres de la mañana, cuando más pienso en ti, en tu esfuerzo por hacernos útiles a la sociedad, en conservar a mis hijos unídos como fue tu voluntad y deseo, ejemplo para mis nietos….y aquí estaremos reunidos dentro de un momento para recordarte y comentar todo lo bueno y hermoso que nos dejaste….herencia que no se acaba, estudio y profesión.
Mamá voy a dormir…llevando tu recuerdo a mi sueño pidiéndote me dejes un poco más en este paso terrenal, cuando aún tengo mucho que cumplir con los míos…dile a Dios que me aguante otro chico rato para lograr mis objetivos y una vez que lo considere prudente acudiré a su llamado…con gusto sabiendo que estaré a tu lado Mamá.
Te sigo amando Mamacita…
Te extraño demasiado…
¡Hoy con Dios, que la pases dichosa y feliz….en tu cumpleaños!