SE DICE QUE EL Senador Héctor Yunes Landa, no era tan arisco. Su rebeldía y su forma de ser en la política, mucho echado para adelante, tiene que ver con todo lo que ha aspirado, comenzando por la propia gubernatura del Estado, que la vez pasada ya intentó y que se le atravesó precisamente Javier Duarte de Ochoa.
Ahora, como todo mundo sabe, Yunes Landa, no ha dejado de ser uno de los aspirantes que intenta, otra vez, ser el candidato del PRI a la gubernatura, ahora de dos años solamente, con el consabido peligro de que nuevamente, otro personaje se le pueda atravesar en el camino. Desde luego, que ahora, bajo ciertas condiciones políticas, luego de concretar los acuerdos con el mismísimo Pepe Yunes, que también, como todo mundo sabe, será uno de los contendientes más difíciles por la candidatura tricolor.
Visto desde ese plano político, Héctor Yunes Landa, no puede ser un político fácil de vencer, más cuando en tanto tiempo que ha tenido, ha logrado entretejer una importante red política a través de una estructura que se encuentra diseminada por toda la entidad.
Héctor, es de los que estarán hasta el final en esta carrera por la sucesión gubernamental, pues en el caso de perder la candidatura, no parará en ningún momento para concretar sus propias aspiraciones políticas, aunque ya no será directamente, sino a través de Pepe Yunes, a quien apoyaría, en todo caso, ya que los acuerdos políticos entre ambos legisladores federales, así lo determinan.
Y es que, para nadie es desconocido, que Héctor, el rebelde, políticamente hablando, ha sido un hombre de convicciones, de grandes expectativas políticas, con amarres bastante fuertes en el altiplano, al grado de que se le considera un precandidato que tiene todas las posibilidades de convertirse, ahora sí, en el candidato, su ansiado proyecto político y personal.
Sin embargo, al hacer pareja, propiamente dicho, en esto de la sucesión gubernamental, con el Senador Pepe Yunes, han puesto las cosas difíciles para la gran mayoría de veracruzanos, que tienen sus propias preferencias, pues se dice, y quizá con toda razón que los dos Senadores de la República, tienen divididas las adhesiones, casi al cincuenta por ciento para cada uno de ellos. Por eso, se sigue diciendo que la decisión ya esta repleta de complejidades, pues todos los veracruzanos, conocen a los dos personajes y los han apoyado en otros momentos políticos de la vida pública de cada uno de ellos.
Que la moneda esta en el aire, respecto de la decisión, abarca precisamente a estos dos precandidatos que solamente en el altiplano, sabrán como resolver, porque no será nada fácil, salvo que las circunstancias, como se están manejando en Veracruz, tengan que tomar, estos dos personajes, su propia decisión para presionar a quien tenga que tomar la decisión, para que sea uno de ellos el candidato a la gubernatura del Estado.
Héctor, mientras tanto, sigue siendo uno de los más aventados en el campo de la batalla política, donde, de alguna manera, ha tenido que enfrentar los obstáculos que se le pongan en el camino. Héctor es así, decidido, y hasta podríamos decir, que un poco necio para esto de hacer política de la grande, tal y como ya lo ha demostrado plenamente a lo largo de estos años que han sido de un duro caminar por el Estado, de un duro enfrentamiento político con los grupos opositores que dentro del propio PRI, han estado operando en su contra.
Aún así, Héctor, es de los políticos que no se deja, porque si un día pone una mejilla, al otro día quita la otra, porque no es de los que se repliegan con el temor en sus manos.
Por eso, Héctor, sigue siendo un político rebelde, pero capaz de mover cielo y tierra para conseguir lo que quiere, ya sea para él directamente, o para quien haya acordado con él una importante alianza política.
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HAY UN PERSONAJE que no ataca, que se encuentra discretamente ubicado en su puesto de mando, sin mover cielo o tierra, pero que espera pacientemente que el curso de los acontecimientos políticos, siga dándose por el camino que cada grupo político ha trazado en esto de la sucesión gubernamental.
Nos referimos a Flavino Ríos Alvarado, el Secretario General de Gobierno, que sabe perfectamente bien cuáles son los terrenos que pisa. Es paciente, como ya lo hemos referido, sin dejar de ser prudente y menos un hombre inteligente, pues en esto de la sucesión gubernamental, pareciera que es un proyecto que esta lejano de sus propias posibilidades, pero no es así.
Sabe bien que su papel es esperar. Dejar que todo ocurra de acuerdo a los planes de su propio partido, pero también esta pendiente de que en caso de ser necesaria su participación, lo hará. También tiene su corazoncito y no de ahora, sino desde hace tiempo en que buscó, de la misma manera que Héctor Yunes Landa, la posibilidad de enlistarse en este proyecto político.
Desde hace algunas semanas, se le ha venido mencionando, para en el caso en que las cosas, dentro del PRI, requieran de otra decisión, estar ahí para lo que se ofrezca.
Ríos Alvarado, es de los pocos políticos que han logrado permanecer en el quehacer público, sin que se vean involucrados en los desacuerdos políticos. Es un hombre preparado, un político con experiencia, que si bien, la gubernatura le quede lejos y que una circunstancia lo acerque, no hay que olvidar que también, en el futuro inmediato, la Senaduría de la República, no le caería mal, es más, podría decirse desde ahora, que independientemente de su probable participación en la sucesión gubernamental, ya es desde ahora, un precandidato a la Senaduría de la República.
Flavino, dará mucho de qué hablar en el futuro inmediato. Solo basta seguirlo de cerca.
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LA PRIMICIA DEL GOBERNADOR del Estado, Javier Duarte de Ochoa, se basa en los buenos tiempos que le esperan a Veracruz, para el próximo año.
Dijo claramente, en el brindis navideño, que su administración se ha venido preparando para dar a los veracruzanos, una verdadera sorpresa, pues considera que tiene todos los elementos necesarios para afirmar que a Veracruz, le irá bien en el año que viene.
No dijo exactamente en qué consiste este venturoso año que se acerca, para todos los veracruzanos, pero sí dejó ver que se trata de algo bueno, algo que beneficiará a los habitantes de este importante estado de la República, que en sus mismas palabras llegó a considerarlo como un estado importante dentro del concierto mundial.
Entusiasmado, el titular del Poder Ejecutivo del Estado, anunció, de esta manera, un año muy especial para Veracruz, donde habrá, seguramente, mayor posibilidad de desarrollo y una mejor condición económica para todos, porque, finalmente, es lo que esperan escuchar los propios veracruzanos, a los que hoy gobierna.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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