Resulta gratificante escuchar voces que apelan a la tolerancia y respeto por la diversidad de opiniones. Es momento de hacer una pausa, para reflexionar sobre lo vivido en los últimos años y, principalmente, el rol social que tienen las y los comunicadores del país.

La realidad tiene muchas verdades y cada una es tan válida como la otra. Lo importante es sumar las opiniones y estructurar un argumento que nos permita comprender los fenómenos y problemas sociales, para encontrar alternativas viables que coadyuven a su solución o comprensión.

Formado en la vieja escuela de la política mexicana, el diputado y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Juan Nicolás Callejas Arroyo, hizo un llamado a la mesura y al respeto para el trabajo de las y los periodistas. Sabe que el próximo año será crucial para quienes vivimos en el estado.

Durante el brindis de fin de año, el legislador dijo: “Vivir en una sociedad plural implica dar cabida al diálogo, y quien se ofenda con lo que dice o expresa el comunicador social debe revisar su actuar, porque al igual que el trabajo de los diputados, la labor de la prensa siempre es en beneficio de la sociedad”.

Sin duda alguna, el Congreso es la muestra viva de nuestra pluralidad política. Ahí convergen todas las fuerzas con representatividad en nuestra sociedad. Es importante destacar el llamado del diputado Callejas Arroyo, porque el diálogo y los acuerdos son los andamios que nos sostienen para avanzar en paz social.

“El conocimiento, los movimientos sociales, la ciencia y la tecnología han cambiado a la sociedad, y por eso la forma de comunicar también debe cambiar. Es en la pluralidad y el diálogo donde se concretan acuerdos para enfilar el rumbo que debe seguir un estado, municipio o nación”.

Ojalá muchos políticos jóvenes se sientan aludidos por las palabras del legislador. Es el momento justo para restablecer la comunicación entre sociedad y gobiernos. Que la mirada hacia el pasado sólo sea para evitar cometer los mismos errores, se debe avanzar y la política es, hasta el momento, la única forma y vía que tenemos para expresar nuestros argumentos.

Pero bueno, las llamadas a misa sólo son atendidas por los creyentes, aunque todos escuchen el repicar de las campanas. Aquí lo importante es trabajar para convencer que debe haber diálogo y respeto. Hoy, como nunca, mantiene su vigencia las palabras del pensador francés Voltaire: “No estoy de acuerdo con tus ideas, pero defiendo el sagrado derecho de expresarlas”.

En otro orden de ideas, les comento que estaré ausente unos días de los espacios habituales. Se hace necesario un descanso, después de más de 300 entregas. Un ejercicio que me ha permitido aproximarme al quehacer legislativo y aprender a observar con otra mirada el trabajo de nuestros y nuestras diputadas.

Les deseo felicidad y salud en compañía de sus familias. Gracias por los comentarios vertidos durante el año y, sobre todo, gracias por permitirme compartir mis opiniones.