Son tantos los temas importantes y urgentes de los que se deben de hablar que me parece imposible tomar alguna decisión correcta sobre que escribir y cómo hacerlo.
Por ello, tratare de ser lo más acertado en lo que estoy escribiendo, a efecto de que no quepa duda alguna de la trascendencia de los escenarios que actualmente existen y que son, a mi manera de ver las cosas, situaciones impostergables de atender y urgentes de resolver, aunque no me guste mucho utilizar la palabra de urgente, ya que como dice aquella frase: “No hay cosas urgentes, hay pendejos con prisa”, pero esta vez hare una excepción.
Quiero empezar haciendo un pequeño análisis de lo que ha sucedido a nivel nacional con el retorno del PRI al poder, sin duda alguna, el que exista un Presidente emanado de este partido político, el cual nos ha gobernado casi de manera hegemónica y singular a todos los mexicanos, no es casual, este retorno se debe básicamente a los intereses superiores de quienes liderean no solo el País, sino el mundo, a ellos convino este regreso.
Y es aquí donde nos preguntamos, ¿Ha valido la pena este regreso del Pri al poder? ¿Se ha mejorado en algo la situación de México? ¿La ciudadanía está contenta y satisfecha con este retorno? ¿Hay condiciones para que el PRI en el 2018 gane nuevamente la Presidencia de la República?
A esas preguntas, cada quien tendrá sin duda alguna respuesta acertadas o no, serán al final sus respuestas, la propia, sería una respuesta dubitativa, decía Reyes Heroles, para que adivinar lo que va a suceder, sin embargo, ante la vorágine de circunstancias políticas, financieras, sociales, culturales etc.. Se tiene que decir, que las cosas no van del todo bien y que hay asignaturas pendientes de resolver.
Pongamos un ejemplo claro, en materia de seguridad pública, cifras van cifras vienen, en relación a este grave problema, lo cierto es que todos los días en todas partes del País hay ejecutados, secuestrados, acribillados, enfrentamientos; los cuales lejos de dar un mensaje alentador a la ciudadanía lo dan de preocupación y desolación. México sigue siendo el territorio donde el imperio de la ley se aplica para el que tiene más dinero, donde la justicia es ciega, tan ciega que no ve lo injusto solo lo que le conviene, en donde los que acceden al beneficio de la ley son quienes pueden pagar más por ella, la de los contactos, la de los padrinazgos, en pocas palabras México se ha convertido o más bien corrijo, lo han convertido en una simulación de leyes establecidas solo en códigos, donde sabemos que existen de hecho, pero que se aplican mal, o no se aplican, y viene a mi mente otra frase célebre, “ A los amigos justicia y gracia, a los enemigos, justicia a secas” .
Y qué decir de la enorme corrupción que trastoca lo más profundo de este País, que ha llegado y calado hasta los huesos de todos y cada uno de los mexicanos, ¿Quién no la ha vivido? Podemos decir sin temor a equivocarme que todos, nadie se salva, y la pregunta de los 60 mil seria ¿Como para cuando piensan resolver este cáncer que está matando a una sociedad ya de por si corrompida y ultrajada con este mal?
Miles de asignaturas más, pendientes y pocas respuestas favorables, ni que decir de los Estados en donde el manejo a discreción de los dineros públicos se ha hecho una costumbre, no importa agraviar al pueblo, ese no importa, no interesa, la idea es enriquecerse y volverse intocable.
Leyes hechas a modo del gobernador en turno para beneficiar proyectos personales o de grupos, sin importar y sin recordar que legislar no solo es levantar el dedo, y acudir a las sesiones, más bien esa es la obligación de quienes están desarrollando las funciones de legislador, llámese federal o locales, la idea principal es crear, modificar o transformar leyes, siempre con la máxima de que vayan encaminadas en todo momento al beneficio de quienes dieron su voto para hacerlos llegar, de servir y no servirse del poder, lamentablemente es lo que menos sucede, pocos son los actores políticos que dignifican la profesión de la política y sus artes.
Y uno se pregunta hasta cuando seguirá esta tiranía indeleble, que lastima, corrompe y destruye todo lo que toca, eso queridos amigos esta en nosotros, en alzar la voz desde la pequeña trinchera en donde nos encontremos, de hacer mejor las cosas de manera tal, que la honestidad sea una bandera y la transparencia una obligación, transformemos nuestras condiciones de vida, de poco en poco se pueden cambiar las cosas. Al tiempo. Correo electrónico: bernardobellizzia@nullhotmail.com