La Inversión Extranjera Directa (IED) en la región centroamericana ha crecido lentamente, pero de manera sostenida en el periodo que va del 2011 al 2014, y se espera que lo mismo suceda al término del 2015, según el Consejo Monetario Centroamericano (CMC).
En los últimos cuatro años, la región ha recibido 22,848.3 millones de dólares. En ese mismo tiempo, la mayor IED ha llegado a Costa Rica, con 9,293.3 millones de dólares. Le siguen Guatemala, con 4,961.8 millones de dólares; Honduras, con 4,276.8 millones de dólares; Nicaragua, con 3,498 millones de dólares; El Salvador, con 1,154.5 millones de dólares.
De acuerdo con el CMC, la inversión por año se dio de la siguiente manera:
En el 2011, la IED fue de 5,376.3 millones de dólares. Costa Rica, con 2,178.4 millones de dólares, fue quien recibió más. Le sigue Guatemala, con 1,026.1 millones de dólares; Honduras, con 1,014.4 millones de dólares; Nicaragua, con 930 millones de dólares, y El Salvador, con 218.4 millones de dólares.
En el 2012, la IED fue de 5,832.8 millones de dólares. Costa Rica, con 2,332.3 millones de dólares, fue quien recibió más. Le sigue Guatemala, con 1,244.5 millones de dólares; Honduras, con 1,058.6 millones de dólares; Nicaragua, con 715.5 millones de dólares, y El Salvador, con 481.9 millones de dólares.
En el 2013, la IED fue de 5,919.4 millones de dólares. Costa Rica, con 2,676.7 millones de dólares, fue quien recibió más. Le sigue Guatemala, con 1,295.4 millones de dólares; Honduras, con 1,059.7 millones de dólares; Nicaragua, con 708.4 millones de dólares, y El Salvador, con 179.2 millones de dólares.
En el 2014, la IED fue de 5,719.8 millones de dólares. Costa Rica, con 2,105.9 millones de dólares, fue quien recibió más. Le sigue Guatemala, con 1,395.8 millones de dólares; Nicaragua, con 1,144.1 millones de dólares; Honduras, con 799.6 millones de dólares, y El Salvador, con 275.0 millones de dólares.
No extraña el monto de la inversión en Costa Rica, el país más seguro y con los mayores niveles de vida en la región, pero sí llama la atención los altos niveles de inversión en Honduras, con elevados índices de violencia y pobreza, y también los muy bajos niveles de inversión en Guatemala, el país más grande y poblado de la región. La menor inversión ocurre en Nicaragua y El Salvador.
Las empresas mexicanas entienden cada vez más la importancia de instalarse en los países centroamericanos y hoy están entre los primeros tres inversionistas. Las oportunidades y el espacio de crecimiento para las empresas mexicanas es todavía muy amplio. Los gobiernos de la región esperan con ansias, la llegada de la IED mexicana. Y también que se eleve el monto de la cooperación del gobierno de México. La política exterior mexicana debería concentrarse en esa región.