Somos más que nuestra contraparte de género y aún así seguimos marginadas de los asuntos públicos. El esfuerzo de muchas tiene que impactar en el resto de la población, no podemos seguir rezagadas. Debemos de contar y de contarnos.

Pese al esfuerzo institucional para crear los Institutos Municipales de las Mujeres más de la mitad de los ayuntamientos no los tienen. No sé si por desinterés, porque no lo consideren ‘importante’ o porque no hay un beneficio político en el corto plazo. En verdad, no lo sé.

De los siete millones 643 mil 194 habitantes de nuestra entidad, tres millones 947 mil 515 somos mujeres. Representamos el 51.6 por ciento de la población y aún así nos escamotean nuestros derechos.

La semana pasada la diputada presidenta de la Comisión de Equidad de Género, Mónica Robles Barajas, presentó ante el Pleno Legislativo una iniciativa para la creación de los Institutos Municipales de la Mujer en los ayuntamientos de la entidad como un organismo público descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonios propios de en un plazo no mayor de seis meses a partir de la entrada en vigor del decreto correspondiente.

El asunto no es menor ni irrelevante –las cifras poblacionales arriba escrita bastarían para saberlo-, porque de los 212 municipios veracruzanos, sólo en 81 existen institutos de las mujeres. Es decir, en 131 no hay una instancia que asesore, apoye, oriente y difunda los derechos de las mujeres.

La legisladora propone el cambio de la denominación de la Comisión de Equidad de Género, para quedar como Comisión para la igualdad de Género, tal y como está en la Ley Orgánica del Poder Legislativo, reforma publicada en la Gaceta Oficial de fecha 18 de diciembre de 2014.

No sólo es un cambio de nombre, sino lo que significa el concepto ‘igualdad’. En este sentido, la diputada Robles Barajas consideró necesario profundizar en dicho término conceptual para que “se comprenda cabalmente la necesidad del cambio de nombre a la Comisión. La equidad reconoce la diferencia entre mujeres y hombres, pero es la igualdad la que busca eliminarlas, en el sentido político, social, legal, económico y los que resulten”.

Por supuesto que no se trata de discursos ni de buenas intenciones, es necesario trabajar para que se logre abatir esta brecha social que tenemos. Nunca seremos una sociedad democrática mientras no disfrutemos plenamente de nuestros derechos.

Busquemos la forma de sensibilizar a las y los presidentes municipales, a sus Cabildos para que a la brevedad tengan sus Institutos de las Mujeres.

Xalapa se caracteriza por ser vanguardia en la defensa de nuestros derechos, pero la capital no es todo el estado y necesitamos ‘jalar’ parejo para lograr la igualdad. No olvidemos que ya son muchas familias jefaturadas por mujeres. Muchos hogares monoparentales en la que una mujer es el sostén económico.

No pedimos más de lo que merecemos. Nunca debemos callar y si molestamos, pues sepan que esa es la intención. ‘Molestar’ para ser vistas y escuchadas.

Por hoy es todo, les deseo un excelente inicio de semana y nos leemos en la próxima entrega.