Durante mucho tiempo lo seguí en MVS radio más por costumbre que porque simpatizara con su línea editorial o su estilo un tanto chocante de decir y comentar las noticias –también lo seguía por el comentarista de deportes, Pablo Carrillo Lavat, y hace mucho tiempo, pero mucho tiempo, porque tenía un muy buen analista de negocios, Eduardo Torreblanca Jacques-, además de que esa estación siempre tuvo una muy buena recepción en la capital del estado y también por la coincidencia en el horario cuando circulaba uno temprano en automóvil.
Pero independientemente de eso, hay que reconocerle a Pedro que más allá de su natural pesadez de ser, para decir las noticias y para comentar los temas de actualidad, como periodista siempre estaba al tanto de los principales acontecimientos, sin escatimarle que es un comunicador ameno, que entretiene, poco acartonado y protocolario, y la forma en la que gusta traducir simultáneamente del inglés al español a sus invitados inglés hablantes, era todo un show, con alarde de por medio de su parte para mostrar a sus radioescuchas de cómo dominaba el idioma de Shakespeare, por supuesto su pronunciación es otra cosa, domina muy bien el inglés británico.
Y mención aparte merece el hecho de ser hijo de don Pedro Ferriz Santacruz, toda una institución en la radio hablada y precursor de muchas cosas dentro del mundo de la televisión, con programas inolvidables como el “Premio de los 64,000 pesos” y “Un mundo nos vigila”, por mencionar solo algunos de los exitosos programas que dirigió el padre de Ferriz de Con, entonces este hombre tiene un antecedente en los medios en la figura de su progenitor que de ninguna manera es descartable, sobre todo para quienes nos tocó ver en la pantalla chica a don Pedro y recordar esa imagen regordeta que proyectaba, con sus inconfundibles cejas pobladísimas, personaje infaltable en los programas de “Los Polivoces”, con un Enrique Cuenca sensacional en su caracterización. Perdonen ustedes, pero estoy hablando de la prehistoria.
Por otra parte, hay arios hechos que también hay que destacar cuando se habla de Ferriz de Con: hasta hace poco era un muy demandado y cotizado comentarista, sobre todo de foros del medio patronal-empresarial; es parte central de la conducción de los Teletones, ha estado presente en las 18 emisiones del programa a través de su amplia red de difusión y promoción; en 1985 adquirió notoriedad cuando en el terremoto del 19 de septiembre, al estar transmitiendo su noticiero matutino, el edificio desde el que estaba difundiendo el programa, se desplomó ante la intensidad y violencia del fenómeno, del que pudo salir con vida de milagro y, finalmente, hace poco se vio envuelto en un lío de faldas, estuvo en peligro su matrimonio de muchos años y el “affaire” fue nota principal de las revistas de chismes de la farándula, con grabaciones y fotografías muy comprometedoras.
Finalmente renunció a los medios tradicionales –radio y TV- y se mudó al internet, desde donde sigue transmitiendo con un buen número de seguidores, en su cuenta de Twitter cuenta con más de 2.5 millones de seguidores, lo que no es poca cosa, con López Dóriga por ejemplo, ahí se va dando. Total, que Ferriz de Con ha decidido lanzarse por la presidencia de la República en el 2018 como candidato independiente y la primera reflexión que me surge es que no es lo mismo ser comunicador que político. Pedro sabe comunicar, sabe transmitir, es un buen conferencista, tiene cultura política, tiene tablas, es una figura indiscutible de los medios pero así como tiene sus seguidores también tiene sus detractores.
Hay que reconocer que con el tiempo Pedro Ferriz de Con se ha asentado, ha hecho a un lado su clásico “cuñadismo” para mostrar una imagen más mesurada, ya no es el clásico comunicador que todo lo sabía, lo mismo era capaz de hablar de ingeniería civil –su especialidad- que de física cuántica, de matemáticas que de química o de cualquier cosa, pero eso es otra cosa, no me queda claro qué tanto pueda casar la imagen de Pedro con las nuevas generaciones para las cuales pudiera ser anacrónica.
Vamos a esperar, de aquí al 2018 falta todavía mucho, conforme vaya transcurriendo el tiempo ya habrá oportunidad de ir midiendo sus reales posibilidades, de momento las vemos muy