Por Ramón Durón Ruíz

Socrates afirmó: “El secreto del cambio es concentrar toda tu energía, no en la lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo”
Reconoce que el universo entero vibra con la energía; para que lo nuevo llegue a tu vida, es necesario que no desperdicies el poder de tu energía, rumiando viejos problemas; éste es el momento que dejes atrás las dificultades del ayer, –sólo estorban a tu crecimiento y evolución–, llegaron para darte una lección, tómala y sigue adelante.
Cuando te das tiempo para llenar de energía tu alma, en automático tu existencia se renueva, enseñándote a percibir, canalizar y bien manejar el poder de tu energía, entonces sólo es cuestión de tiempo, para que la prosperidad llegue a tu vida.
La energía del amor despierta tu alma con el viento del invierno que termina, es un poder que fortalece positivamente tu carácter, porque te conecta con tu origen, constituye un impulso que hace que emanen tus dones y bienes, –que permanecían ocultos– haciendo que te enamores de tu tarea y que a la gente le encante lo que haces… ¡Porque lo haces bien, a la primera y de buenas!
Por su parte la energía que genera el miedo, está mal enfocada, para que se debilite, hay que enfrentarla, porque es altamente dañina, rompe la armonía de tus sentidos, desequilibra tu existencia; es importante que encares el miedo, para que llegue el cambio y tu vida se transforme en una obra maestra.
Cuando eres tú el que maneja la energía, tu vida se constituye en un haz de luz, aprendes a vivir en equilibrio, sueltas el pesado lastre del ayer, vives el HOY a plenitud, atraes la felicidad y disfrutas la rica tersura de la vida.
La energía que hay en ti, te enseña el poder de la conexión, te trasforma en la mejor versión que puedes ser, enciende el fuego Divino que hay en tu interior, haciendo que tu alma destelle y te encuentres contigo mismo.
La energía que vibra en tu interior, está a tu servicio, para que despiertes al milagro del nuevo amanecer, con una fuerza de voluntad poderosa que a la vez que te sorprenda, fortalezca la paz interior, para que seas fuente de amor.
El viejo Filósofo hace votos para que tu vida esté plena de energía, no de mucha, tampoco de poca, porque la paradoja de la energía es que cuando se desborda te lleva a vivir de prisa, agitado y eso no es vivir… es sobrevivir.
HOY experimenta, siente el poder del cambio que genera tu energía vital, te elevará a otra frecuencia, te enseñará a coexistir, a desconectarte del ego, de la necesidad de ser políticamente perfecto, ante la fragilidad y belleza de la vida, a entender que la existencia acaba cuando vives en puras fantasías y dejas de creer en ti mismo, porque eres cocreador de tu micro universo.
Cuando estas alineado con la energía del cosmos, te enseña a contemplar el poder de la creación, a tener sueños e ir tras ellos, que ellos se saben el camino, te recuerda que todo lo que se hace con amor, está llamado a triunfar y trascender, que en el camino no hay reversa, la fuerza de la vida es ir hacia delante, entonces aprendes que las bendiciones y la distinciones llegan del cielo.
Resulta que “una joven monjita va con el médico del pueblo, afectada por un ataque de hipo con el que lleva más de un mes: — Doctor, éste frega’o hipo no me deja vivir. Tengo un mes que no duermo, no como, ya me duele todo el cuerpo de tanto movimiento compulsivo e involuntario.
— La voy a auscultar hermana –dice el facultativo– súbase a la camilla.
El médico la examina cuidadosamente y le dice: — Hermana, le tengo una sorpresa, está usted embarazada.
La monjita se levanta y sale corriendo del consultorio llena de pánico. Al poco rato el médico recibe una llamada de la Madre Superiora del convento: — Pero Doctor, ¿Po’s qué le ha dicho a la hermana María?
— Verá Madre Superiora, como tenía un fuerte ataque de hipo, le di un susto para que se le quitara y supongo que ya se le habrá quitado, o ¿no?
– Sí, a la hermana María se le ha quitado el hipo, pero el Padre “Chuyo”… ¡SE TIRÓ DE CABEZA DEL CAMPANARIO!”

FUENTE: http://conscienciasdespiertas.blogspot.mx/2009/10/reiki-sanacion-espiritual.html