No debemos ni podemos dejar de escribir y hablar sobre la violencia intraescolar, el acoso al que niñas, niños y jóvenes se ven sometidos cotidianamente en diversas formas y modos. No sólo se debe garantizar el acceso a los servicios educativos, sino también las condiciones adecuadas y un clima de tranquilidad.
En Veracruz tenemos una Ley Contra el Acoso Escolar en la que se establece instrumentar planes de prevención e intervención para evitar el hostigamiento al alumnado. Dicha normatividad debe aplicarse en las escuelas públicas y privadas de la entidad, además de la participación interinstitucional del Estado.
El presidente de la Comisión Permanente de Educación y Cultura de la LXIII Legislatura local, Carlos Ernesto Hernández Hernández; comentó que las autoridades escolares deberán manejar un expediente único de cada alumno, que contendrá información socioeconómica, desempeño escolar, así como cualquier otra documentación referente al mismo, y en su caso, al expediente de la víctima y del agresor.
Entrevistado por reporteros locales, el legislador comentó: “Los directores de las escuelas presentarán un informe anual a la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) sobre los incidentes de acoso y violencia escolar, a efecto de que sean considerados en el Registro Estatal para el Control del Acoso Escolar y en los procedimientos para aplicar sanciones o medidas disciplinarias.”
Pero lo más importante es la transmisión de valores y el ejemplo que demos a nuestras hijas e hijos. Es en el hogar donde forjamos el carácter y personalidad, no pidamos que las escuelas nos suplan. En los colegios se transmiten conocimientos, valores éticos y sirve para la socialización infantil, entre otros rubros, pero la obligación moral con nuestras hijas e hijos es nuestra.
En los últimos años hemos vivido el horror, en forma directa o indirecta, que genera la descomposición social. Pero aún no perdemos la esperanza de construir una mejor sociedad. No lo debemos y se lo debemos a nuestros descendientes.
La violencia en sus diversos tipos es multicausal, y muchas veces provocadas en el seno del hogar por hábitos y costumbres dañinos. No todo el pasado fue mejor, pero sí hay mucho que rescatar y preservar para nuestro bien común.
El diputado Hernández Hernández nos recordó que los planes de Prevención y el de Intervención del Acoso Escolar deben revisarse y actualizarse cada año porque ya es obligación legal, al publicarse el pasado 9 de enero en la Gaceta Oficial del Estado.
Ahí quedó establecido que los programas y acciones en materia de prevención y seguridad tenderán a fomentar la cultura de la paz, el respeto a los derechos humanos, la tolerancia y la legalidad y enseñar a evitar y rechazar toda forma de violencia, como una grave amenaza a los derechos.
La intención y el objetivo es favorecer la cohesión entre el alumnado, evitar las discriminaciones y cualquier tipo de violencia. Vamos, es saber escuchar y hablar para dirimir los conflictos que se puedan presentar entre el estudiantado.
“El documento detalla que esta ley tiene por objeto prevenir y erradicar el acoso escolar, así como generar un ambiente de seguridad y orden en las instituciones educativas públicas y privadas del Estado, sobre la base de que un ambiente libre de violencia es fundamental para respetar los derechos humanos.”
Insisto, no debemos ni podemos dejar de trabajar por una sociedad libre de violencia, más integrada, de respeto y aceptación de nuestras diferencias. ¿Acaso es imposible? Sé que no. Pero depende de todas y todos nosotros.
Por hoy es todo, les deseo un excelente día y nos leemos en la próxima entrega.