«Desde hace algún tiempo es evidente que las acciones de gestión de gobierno no pueden hacerse sin una debida comunicación, y en algunas oportunidades la gestión se hace sólo o principalmente para comunicar algo. Esto no dignifica que la comunicación sea más importante que la gestión, sino que la gestión es también comunicación. Significa que cada vez que aparece un hecho político aparece necesariamente un hecho comunicacional. y esto cobra mucha importancia en un entorno de altísima velocidad de decisión, con tantos medios de información diferentes, con tiempos sociales tan cortos y con procesos de disenso y de controversia cada vez más activos. Un gobierno está en el centro de la escena y es visto y juzgado desde los 360 grados. La comunicación le aportan a la estrategia en sentido general la posibilidad de influir o de activar a grupos de personas o a organizaciones». Es parte de lo que aparece en el libro «Comunicación Gubernamental 360» de los argentino Mario Riordia y Luciano Elizalde, y que comenta en su artículo de hoy Rubén Aguilar «Lo que quiso decir» Valenzuela.