Lo que deben entender los candidatos a gobernador de Veracruz, sean del PAN, PRD, PRI o independientes esta es la palabra de un ciudadano sin partido .
Solo un demente, un fantasioso, creyente de Milagros de los políticos, puede pensar que a Veracruz lo va a sacar de la profunda barranca donde se encuentra, un gobernador en 2 años. Esto no se ha logrado ni en 6 años menos en 2. Lo puede colocar en condiciones de emprender cambios de fondo.
Tenga la ideología que tenga, sea con partido o sin partido, esa meta es imposible de alcanzar y menos cuando el gobernante, de esos 24 meses, buena parte estará ocupado en las elecciones de 212,alcaldes, 30 diputados, un gobernador y presidente de la Republica.
Se necesitan severo programa de austeridad, disciplina «corta manos» al que las meta, recuperación de recursos del erario, donde estén, así sea la Bolsa de Nueva York, Islas Canarias o Suiza, justicia – no venganza- que recupere credibilidad la que será necesaria no sólo para ganar las elecciones sino todo el periodo de gobierno por una simple razón.
Nadie puede hacer más con menos sin verdadera participación y ningún gobernante puede ordenar la participación, esta se motiva y alienta y se logra cuando hay credibilidad y confianza. O la hay o no la hay, punto.
Por lo tanto, a todos los candidatos habría que pedirles su proyecto de corto y mediano plazo. Es en este sentido una ventaja del candidato tricolor. Ventaja que puede perderse si en lugar de sólidas bases del proyecto de mediano plazo, se pone a colocar obras de relumbrón donde se requieren profundos cimientos de un modelo de desarrollo propio y esto en todos los temas de gobierno y articulado a una estrategia nacional re orientada.
La fuerte dependencia financiera que tiene Veracruz respecto al gobierno federal hace impensable un cambio profundo de las políticas públicas aplicables en el estado. Los cambios en la Constitución, en el mundo de las leyes y del discurso pueden darse rápido de un gobernante a otro. Con los procesos en lo que llamamos aparato productivo no es así. Estos pueden pasar décadas y permanecer en su inercia, cambios menores o retrocesos. La prueba está en las llamadas reformas estructurales promovidas por el Presidente EPN. Uno puede ser el tiempo económico y otro muy distinto el tiempo social. Comentarios despertaratiempo.com