EL GRITO fue contundente. ¡ Estamos listos !

Esa fue la respuesta que por dos ocasiones, manifestaron los priistas veracruzanos, durante la toma de protesta como dirigente estatal de esta organización, de Amadeo Flores Espinoza.

La primera pregunta con rotunda respuesta, fue cuando Flores Espinoza, desde la tribuna, arengó a los militantes del tricolor. Después vendría la segunda pregunta hecha por el representante del dirigente nacional priista Manlio Fabio Beltrones, Senador Arturo Zamora Jiménez.

En ambas manifestaciones y frente al casi candidato oficial del tricolor, Héctor Yunes Landa, se notó el entusiasmo de otros tiempos. El calor político regresó al PRI, a los priistas.

Fue un acto político a la altura de los grandes políticos, es decir, de aquellos que han estado permanentemente trabajando en bien del instituto. Hacía falta la oportunidad para ver, de nuevo, a un PRI, enderezando sus baterías hacia un proceso electoral que se antoja interesante, no de ahora, sino desde que comenzó, prácticamente, la actividad política con rumbo a la sucesión gubernamental.

Poco a poco va tomando forma este proceso interno. Después será otra cosa, cuando los candidatos de los diversos partidos políticos, tengan que enfrentarse en una elección constitucional, todavía, impredecible.

El PRI, tiene por ahora la oportunidad de fortalecerse adecuadamente para enfrentar una situación difícil. Dos serán los contendientes más fuertes de este proceso electoral. Por un lado Héctor Yunes Landa. Por el otro, el primo del primero, Miguel Ángel Yunes Linares.

La esperanza, para un proceso civilizado, es que ambos no están peleados. No tienen conflicto de ninguna naturaleza. Se respetan y saben ambos que la fuerza esta dividida, aunque existen probabilidades de que la gubernatura sea para Héctor Yunes Landa. Razones sobran.

Sin embargo, la lucha política ha comenzado. Ya no hay motivos para la descalificación, pues solamente será una lucha apasionada desde el punto de vista político, salvo que durante las campañas políticas de ambos, otros intereses vuelvan a enrarecer el escenario político.

Héctor Yunes Landa, lo sabe. Seguramente que el candidato priista habrá de preferir que lo dejen solo, apelando a la sentencia popular que dice “Ya no me ayudes compadre”.

Así, el panorama político, por ahora, se recompone.

Mientras tanto, los procedimientos se cumplen en todos los partidos políticos, primero, con sus propias definiciones y segundo por los registros correspondientes que deben hacer ante el organismo electoral que se encarga de regir esta contienda política.

Así transcurre el tiempo político.

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LA ALIANZA PAN-PRD, toma forma con su precandidato Miguel Ángel Yunes Linares.

Ya hubo registro. Ya hubo indicios formales de que el político de Soledad de Doblado, Ex Secretario General de Gobierno, en Veracruz, entre otros puestos políticos, viene a participar con el afán de conseguir sus objetivos.

Viene con la espada desenvainada.

Y salvo la familiaridad que existe con el aspirante priista, la contienda puede desembocar en graves problemas. Serios conflictos políticos que de arreciarse podrían generar otros resultados, de ninguna manera, deseables para los veracruzanos, que como siempre, esperan que se de un proceso electoral tranquilo.

Tanto Héctor Yunes Landa, como el famoso Miyuli, son políticos experimentados, hechos a la vieja usanza política del PRI, aunque las circunstancias hayan puesto en otro sitio a Yunes Linares.

Sin embargo, esto es lo que, por ahora esta sucediendo. El enfrentamiento político entre dos familiares, puede considerarse también, de alguna manera, inédito. Nunca visto en Veracruz.

De todas maneras, puesto el escenario político para la sucesión gubernamental y considerando las condiciones políticas que se viven, los veracruzanos están listos también, como la militancia priista, para recibir los mensajes políticos de campaña y estar preparados para emitir su voto en el próximo mes de junio.

De esta manera, la entidad veracruzana, ha visto de todo y ha escuchado de todo. Los ciudadanos están bien enterados de la situación que persiste por cuanto a los conflictos políticos, pero también, sin duda, han sabido, hasta ahora, asimilar estos problemas, resultado de una profunda politización que se vive en el Estado.
MARCELO MONTIEL, ha sido removido de su cargo como Delegado Federal de la Secretaría de Desarrollo Social.

Un asunto, al parecer, netamente político, pues no se entiende la llegada de Anilú Ingran Vallines, sin la mínima experiencia para el manejo de estos asuntos, que sin duda, en la actualidad, son bastante delicados, aunque en ocasiones parezcan ser de mero trámite.

Se asegura que el paquete le quedará grande a la ex diputada local, cuyos merecimientos políticos, no tienen, por ahora, fundamente alguno.

De Marcelo Montiel, se afirma que volverá a la grilla, lo que le gusta y que al parecer le ha salido bien durante estos años.

Cuenta, todavía, con un gran equipo de colaboradores que le han seguido por todas partes. Esa misma estructura operativa le servirá, seguramente, para volver al escenario de la vida pública de Veracruz.

Trabajará, se asegura, no para incrustarse en la futura administración, sino para alcanzar una diputación federal, que si bien falta mucho para que lleguen los tiempos de esta posibilidad, el trabajo político debe hacerse desde ahora.

Y es que, como muchos saben, ésta es una posición política que no aparece, todavía, en su amplia hoja de servicios. Así nada más.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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