EL PRI ESTATAL, no llegó a morir en el Estado de Veracruz. Esta claro que respira y suspira por la gubernatura de dos años en la entidad.

Héctor Yunes Landa, tiene la responsabilidad de ganar las elecciones, no tan solo por el interés propio, sino por el bien de todos los veracruzanos.

En la recomposición de sus cuadros, el tricolor, ya tiene asegurada una buena actuación en los próximos meses, los cuales, serán definitivos para alcanzar el triunfo electoral.

Y es que, sin duda, hay que destacar que el nuevo dirigente priista, tiene, ante todo, una gran experiencia en el manejo de los asuntos políticos. Lo llevaron ahí para rescatar la esencia tricolor, tal y como ya comenzó a verse en el pasado encuentro de priistas, donde tomó posesión de su cargo como Presidente del Comité Directivo Estatal.

Las estructuras políticas, serán definitivas para lograr los votos necesarios en la próxima contienda electoral. Primero, estaban las que corresponden a los dos Senadores de la República, es decir la de Pepe Yunes, así como la del mismo Héctor Yunes Landa, que como todos saben, son grupos alineados en una sola meta. Pero, con la llegada de Amadeo Flores Espinoza, al PRI estatal, se suma, sin duda alguna, su propia estructura de la llamada Vía Veracruzana.

El bloque político se ha constituido con toda fuerza y respaldo al candidato priista, de tal manera, que no habrá posibilidad de que otros grupos políticos puedan entorpecer el trabajo tricolor y ganar las elecciones del mes de junio. Si la militancia del propio partido, esta lista, también lo están la gente de Pepe Yunes, la de Héctor y ahora la de Amadeo Flores Espinoza.

Son, aproximadamente, cuatro meses de los que disponen los priistas para lograr el objetivo político, es decir, ganar una vez más la posición política más importante en el Estado de Veracruz, aún cuando en este momento, las circunstancias políticas sean otras, además de tener, de alguna manera, el enorme problema de los recursos económicos, los cuales no fluyen y se tiene entendido que no habrá de fluir como en otros tiempos. Así la austeridad que comenzó con el acto político donde Amadeo Flores Espinoza, rindió protesta como nuevo dirigente político del PRI, se habrá de prolongar en la campaña política de Héctor Yunes Landa, así como en los propios trabajos del propio Comité Directivo Estatal del PRI.

Ayer mismo, el líder estatal tricolor, conversó con el dirigente nacional, Manlio Fabio Beltrones. Parte de estas conversaciones, tuvieron que tener una relación cercana con el problema económico. El PRI, en los recientes meses, sufrió de una grave escases de recursos. No hubo dinero ni para pagar el sueldo de la última quincena de enero y todavía, lo más grave, es que tampoco hubo dinero para cubrir el aguinaldo de los doscientos trabajadores, los cuales se pasaron el mes de diciembre en espera de estos recursos extraordinarios. No hubo nada y así llegó el mes de enero.

Vino el cambio de estafeta y será pues, el propio Amadeo Flores Espinoza, que aún con toda la austeridad que se propone en estos momentos difíciles para el financiamiento de las actividades políticas, tendrá que ver por el cumplimiento pendiente con los trabajadores del propio edificio tricolor.

Por esta razón, la operatividad política en todo el Estado, se verá afectada, pero existe la posibilidad de que nuevamente la militancia, así como el trabajo de muchos políticos de todos los tamaños, habrán de poner el grano de arena para sacar adelante a este partido, el cual, sin duda, se mantenía paralizado en sus propias funciones.

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SE SABE QUE EL trabajo estaba preparado desde el año pasado, pero que se esperaban instrucciones superiores para darle curso.

Nos referimos a las denuncias que ha interpuesto la Contraloría General del Estado, a través de su titular Ricardo García Guzmán.

El funcionario, hizo llegar con toda oportunidad los expedientes, debidamente formalizados, donde se encuentran las pruebas contundentes de ex funcionarios del gobierno estatal, que actuaron mal

El asunto, como ya se comentó, no nació de la improvisación, sino que fue elaborado con paciencia y pleno conocimiento de lo que estaba sucediendo y que la propia Contraloría, ya lo sabía de antemano, pues desde aquella ocasión en que el mismo Contralor Ricardo García Guzmán, dio a conocer los nombres de ex funcionarios que habían faltado a la lealtad con Veracruz, los expedientes se fueron formulando con mayores pruebas hasta llegar al momento en que fueron presentadas ante la Procuraduría General de Justicia, la cual habrá de proceder en contra de estas personas en los días que vienen.

Así, Ricardo García Guzmán, cumple con el trabajo encomendado. Cumple con la misión que le fue encargada al llegar por segunda ocasión a esta dependencia gubernamental que se encarga de reunir los elementos importantes para pedir a la fiscalía estatal, que actúe en contra de quienes resulten responsables.

Pero, ¿Habrá algunos otros funcionarios que se encuentren, en este momento, como se dice popularmente, en capilla?

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