Por Ramón Durón Ruíz
Horacio sabiamente afirmó: “La adversidad tiene el don de despertar talentos, que en la prosperidad hubiesen permanecido dormidos”
Los tropiezos que la adversidad trae consigo, son duros golpes del camino, que despiertan tus sentidos a la vida, llevándote a sacar fuerzas de la nada; poco afortunado es el hombre que no ha sido tocado por la adversidad, su vida es plana, sin altibajos, pero también sin enseñanzas que detonen su valor y den aire a sus alas.
HOY reconoce que la transitoriedad por el breve espacio de esta vida, es un sencillo ejercicio de acierto-error, en tu vida no centres tu atención en los errores, –porque “donde centras tu atención… crece”, cada acierto, cada error es portador de una enseñanza, cuando la adversidad te lleve a perder… ‘no pierdas la lección’.
DATE PERMISO DE enamorarte de la vida, que cada día sea una luna de miel, goza del privilegio de aprender en la adversidad, de ser superior a la derrota; cuando tu alma es más grande a cualquier adversidad, ves cada dificultad no como un piedra que estorba, sino como un puente que te lleva al encuentro de tu Maestro Divino.
Si observas a los grandes físicoconstructivistas, cuando levantan pesas, éste ejercicio simbólicamente es una adversidad que enfrentan, pero que los hace más fuertes, así es la vida, en la medida en que tengas el valor de confiar en ti mismo, serás más grande que la adversidad y saldrás de ella siendo UNO CON DIOS, fortalecido espiritual, moral y físicamente.
Difícilmente encontrarás en la vida quien no haya sido tocado por una adversidad, un dolor, una separación, la muerte de un ser querido, una enfermedad, un sinsabor, una traición, al hambre, a la carencia, a una pérdida; quienes logran enfrentar la adversidad creyendo desde lo más profundo de su ser, en sí mismos, siempre salen adelante, porque tienen –parafraseando a Suzanne Kobasa–, tres características:
“1. Un gran sentido de compromiso, es decir, son personas que pese a la adversidad se aplican en conseguir sus propias metas y objetivos para los cuales se consideran capaces.
2. Una fuerte sensación de control sobre los acontecimientos, por lo que piensan y actúan con la convicción de que son ellos, –y no la casualidad o los demás–, quienes deciden el curso de los acontecimientos.
3. Reto ante la adversidad, pues asumen y aceptan los cambios como algo normal en sus vidas.”1
Cuando tienes una visión positiva del presente, tan necesaria para que hagas a un lado lo transitorio y trabajes en lo trascendente, consolidas tu sentido del logro, a pesar del arribo de la adversidad, tienes algo porque luchar, porque vivir; tienes claro hacia dónde vas y “aquel que sabe a dónde va… tiene la mitad del camino recorrido”
La pequeña dosis de adversidad, es tan vital como el bálsamo sagrado del amor, ambos tienen la magia de descubrir tu potencial de vida, que te otorga un maravilloso alineamiento con el universo.
Jamás la adversidad llegará a ti por casualidad, una sincronía con la vida la trae a ti, para que seas capaz de sacar el valor y la sabiduría que hay en ti, que le da brillo a tu trinidad, enriqueciendo tus bienes y dones, reencontrándote con el amor más importante de la vida, el de creer en ti, el de confiar, respetarte y amarte, enseñándote que eres un milagro de DIOS.
De la lírica del mexicano, el genio trovador –enfrentado la adversidad con música y con amor– lanza como juegos malabares al vuelo, su sextilla improvisada, que nace del corazón de la fina picardía del huasteco para decir:
“Ya mi pájaro no canta,
ya paso su primavera,
ya cualquier jaula lo espanta,
sea morenita o sea güera,
ya casi no se levanta…
¡VOY TEMIENDO QUE SE MUERA!”
1.- http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1130-52742011000100002&script=sci_arttext