Playeras conmemorativas, sombreros, bolsas de colgar, libros con su vida, panes con su rostro, un cd musical coordinado por la Gaviota y hasta 3.6 millones de cachitos emitidos por la Lotería Nacional para la Asistencia Pública, son algunos de los productos que venderán con motivo de la primera visita pastoral del Papa Francisco a México.

Se espera que su estancia por 6 días genere aproximadamente 2 mil 500 millones de pesos según estimación de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Conacope) de la Ciudad de México.

Pero ¿a qué viene a México el Papa Francisco?

Sin duda alguna, la visita del Papa es el evento religioso más importante del año, pues nuestro país está dentro de los que mayor movilidad de feligreses tiene, por lo que hablamos aproximadamente de 35 millones de personas que se desplazan dentro del territorio motivados por la fe católica.

Realmente hablamos de una cifra considerable, aunque si analizamos los datos proporcionados por el Inegi, el porcentaje de católicos en México, según los censos de población, cayó de 98.2 por ciento en 1950 a 82.7 por ciento en 2010.

Aunque podría ser menor considerando que han pasado cinco años y que todos los que se dicen católicos en realidad no profesan dicha religión, de manera que si tomamos como ejemplo los sacramentos, sólo el 46.37 por ciento de la población total cumple con ellos.

Es importante resaltar que los datos del Inegi difieren con los de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) plasmados en su página http://www.cem.org.mx/contenido/19-estadisticas-iglesia-mexico-catolicos.html donde asegura que en México hay 93 millones de católicos, es decir el 83.9 por ciento de la población total.

Luego entonces, aunque los datos de la CEM tengan cierto incremento, se observa una disminución en los mismos con respecto a los Censos del Inegi y me asalta la duda… ¿viene el Papa a recuperar esos católicos perdidos?

Nuestro país enfrenta una crisis severa que abarca aspectos económicos, políticos y sociales. Los mexicanos estamos hartos de corrupción, inseguridad y de impunidad. Desgraciadamente, aunque somos un país Mariano (Creemos en la Virgen) más que cristiano, hay sucesos ventilados dentro de la misma religión que han alejado a los católicos de su profesión de fe como son los escándalos de sacerdotes pederastas, la corrupción, incluso el lavado de dinero.

Aunque cada año México es menos católico sigue siendo muy importante para el estado Vaticano, debido a que es el segundo país con más fieles en el mundo considerando datos del mismo estado Pontifico (aproximadamente 99.6 millones).

Ahora, si nos vamos a asuntos económicos, en 2005 se difundió por el titular de la Prefectura de Asuntos Económicos, que México era el noveno país que más dinero aportaba al Vaticano, después de Estados Unidos y otros países de Europa.

Aclarando un poco más el panorama, el Papa visitará Chiapas y Chihuahua, dos de los estados que son fronterizos y en los que existe constante tensión, además de los que no hay precedente de la visita papal; y son esos estados los que tienen un porcentaje de católicos menor a la media nacional y que, de seguir con la misma tendencia de los censos en el 2020, el porcentaje de católicos aún más disminuiría.

En el caso de la visita a Chiapas, se dice que hubo hasta controversia y tensión con los delegados del Papa Francisco y el Gobierno Federal, ya que estos últimos hubieran querido su visita en otro estado como Campeche, sin embargo, según la agenda del Papa, visitará la tumba de Samuel Ruiz, impulsor de los conceptos sociales contenidos en el Concilio Vaticano Segundo e impulsor de la implementación de diáconos permanentes solteros y casados ante la insuficiencia de sacerdotes para poder tener mayor alcance en la población.

Esta será una visita clave para que algunos investigadores como Elio Masferrer y Rodolfo Soriano expresen que es un intento de disputar a la CEM el control de los católicos.

Definitivamente, la visita de Su Santidad tendrá gran repercusión en el país, y no dudo que tanto el Gobierno Federal como el mismo CEM estén tronándose los dedos por el mensaje del Papa, mensaje que sin lugar a dudas, tendrá gran impacto porque aparte de estar lleno de esperanza, jalará de las orejas a más de uno que ha preferido el dinero a las personas, o ha permitido la entrada a la corrupción. Y acá no excluye a los sacerdotes y obispos, quienes también se han alejado del Pueblo y le han entrado al lavado de dinero y al chanchullo.

Siendo Francisco humilde y solidario, situación que le ha devuelto a la Iglesia una buena reputación y conocido por sus cambios al Código Penal de la Santa Sede, donde se tipificaron los delitos de pornografía infantil y abuso sexual, además de su publicación de decretos en donde establece que la nulidad matrimonial será gratuita y el proceso no durará más de un año, y estableciendo gran controversia al analizar la situación de los creyentes divorciados para permitirles el acceso a la comunión, así como de conceder permiso durante el año jubilar (del 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016) de absolver a quienes han practicado o facilitado el aborto, Francisco se ha convertido en el gran Reformador, situación que querrá extender en México a través de su mensaje a millones de mexicanos que esperan una palabra de aliento para ser motivados en su vida diaria.

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