Hace algún tiempo, Karl Marx expresó que el progreso social puede ser medido por la posición social del sexo femenino. Sin ánimos de entrar en detalles, mucho menos en polémica, pregunto: ¿Hemos avanzado?, ¿hemos dado paso a la mujer, o la mujer se ha dado paso en el ámbito profesional, político, laboral y etc.? Supongo que a estas alturas pocos (¿será?) estarán de acuerdo de que el debate es masculino, y la conversación, femenina, como dijo la escritora Louise May Alcott. En todo caso, el machismo masculino y femenino es difícil de desterrar. Como dicen los políticos, “nos falta mucho por hacer”. ¿Y así al infinito?
Leí por ahí que una de las normas para la igualdad (paridad, pues) de género, es la siguiente: “Todos los hombres y mujeres tendrán las mismas oportunidades en el ámbito laboral, lo que provocará que los hombres empiecen a ir a las entrevistas de trabajo con escotes y minifaldas”. No se alarme nadie, mucho menos los “inches” hombrecitos. Es broma, aunque dicen por ahí que entre broma y broma, la necedad y pendejez se asoman. Es más, el que esté libre de pecado y crea en su capacidad intelectiva no tiene de que preocuparse, o más bien mucho, porque en eso del intelecto estamos parejos, el problema parece en lo social, cultural y demás…
La paridad de género, dicen, es una disposición cuyo propósito es promover una mayor participación de las mujeres en los cargos de representación popular y que pretende remediar la escasa presencia que tienen en los asuntos públicos. En fin, se acerca el cambio de gobernador y diputados; vamos a ver si es cierto eso de la paridad de género, aunque ya sea ley, porque sabemos de sobra que las leyes son para infringirlas, pasárnoslas por el Arco del Triunfo o simplemente aplicarlas a modo.
Dijo la diputada Octavia Ortega Arteaga: “En Veracruz la obligación de los partidos para postular al 50 por ciento de mujeres a cargos de elección popular es ya una realidad, pero se requiere romper la barrera cultural y enviar a competir a las mejores para que esta legislación sea efectiva”. Así sea. Espero no acomodemos las leyes a intereses particulares –como suele suceder en México- y se postulen parientes, cónyuges y…
Los días y los temas
Si es posible lograr la igualdad de género, sólo falta tantito eso que llaman “querer del bueno”. Fíjense si no. Resulta que en Comunicación Social de la LXIII Legislatura local colaboran requetebién, con excelentes resultados, 10 mujeres: Vicky Hernández (la mera mera con un eficaz trabajo de coordinación, difusión y trato amable y respetuoso con la prensa; Ilia Ortiz, Janeth Yris Luna, Daniela Hernández, Darlene Morales, Rosa Linda David, Máxima García, Margarita Méndez, Jessica Rossin y Adarely Hernández.
Y 10 hombres: Victorino Sánchez, Julio Méndez, Jorge de la Cruz, Rafael López, Áureo Díaz, Juan Carlos Méndez, Guillermo González, Ricardo Salazar, Guillermo Núñez y Octavio Osorio.
Sí se puede, ¿o no?
De cinismo y anexas
“Cuando hablo de idiotez no me refiero a la definición de la Real Academia de la Lengua, es decir, no me refiero al tonto, al engreído o al inculto, sino a la idiotez en el sentido que la entendían los griegos, con la raíz de la palabra “idio” que significa propio o privado. Para ellos el idiota era el individuo que sólo se interesaba por sus propios asuntos, por sus intereses particulares y privados, y se privaba de la comunidad”, expresó el escritor Enrique Díaz Álvarez.