En 1944 el gobernador Jorge Cerdán expidió la ley del Seguro Social del Magisterio, que sustituía al “Seguro del Magisterio”, con lo que se aseguraba el retiro de las y los profesores con bienestar. Ocho años después, Marco Antonio Muñoz Turnbull crea el Instituto de Compensaciones de Retiro, “base primaria para el reconocimiento de los seguros más elementales para los trabajadores públicos veracruzanos.”
Lo anterior son los antecedentes más remotos que tenemos en la historia veracruzana que tiene como objetivo propiciar paz, seguridad y tranquilidad a quienes dieron su vida laboral al servicio público. La cita es tomada del portal informativo del Instituto de Pensiones del Estado (IPE).
Lo retomo por los sucesos recientes con relación a la iniciativa de reforma al Artículo 98 del la Ley General del Instituto de Pensiones del Estado, remitida por el gobernador a la LXIII Legislatura y que ha causado “mucho ruido” en quienes cotizamos con el IPE.
De la versión original mandada la semana pasada ya tenemos dos versiones más recientes. La última incluye las propuestas de los sindicatos estatales magisteriales con lo que se enriquece la iniciativa. Por supuesto que aún falta las observaciones y adiciones que el Poder Legislativo haga con la finalidad de perfeccionarla aún más.
La presidenta de la Mesa Directiva, Octavia Ortega Arteaga expuso que, “ lo más sano en este momento es que las organizaciones sindicales integradas al IPE, planteen al Congreso del Estado sus propuestas, opiniones e incluso preocupaciones de los derechohabientes sobre este tema y así aporten ideas que contribuyan a que el sistema de pensiones en Veracruz mejore. En muchas partes del mundo han colapsado los institutos pensionarios y eso obliga a buscar mecanismos que den garantía a los trabajadores, pero eso requiere mucho análisis, reestructuras, propuestas y estrategias; hay que buscar lo que más conviene”.
No es la primera crisis que enfrenta el IPE. Las causas son muchas y no es motivo de este comentario, pero es importante mencionar que no es la primera y –aunque no lo quiera- será la última.
Vuelvo al portal del IPE: “ (…) bajo los auspicios del gobernador señor Licenciado ANTONIO M. QUIRASCO, en el año de 1958 se reorienta el contenido de la Ley, en que según la exposición de motivos planteaba la expectativa de la liquidación inmediata del Instituto, con los consiguientes perjuicios para los trabajadores; por lo que, ante esas condiciones y con el objeto de asegurar las conquistas sociales representativas de verdaderos derechos, se reorganizó a la Institución llamándola “Instituto de Pensiones de Retiro”, manejándose nuevas prestaciones, se ampliaron otras y, complementariamente, se estableció la aportación bilateral, esto es, además de los organismos que aportaban un 5% de los sueldos de sus trabajadores, éstos deberían hacer igual contribución equivalente también a un 5% de su sueldo.” (el subrayado es mío).
El IPE, tal cual lo conocemos, nació en 1967 durante la administración de Fernando López Arias. La aportación se incrementó un punto porcentual que, en ese momento, garantizaba la funcionalidad del instituto.
¿Qué va a pasar en los días venideros? No lo sé. Pero espero que sea lo mejor para quienes trabajamos y esperamos una jubilación y pensión digna.
Por hoy es todo, les deseo un excelente día y nos leemos en la próxima entrega.