LO DECIAMOS apenas hace unas cuantas semanas. Más bien, lo escribimos en este espacio. Se trata del tema de la corrupción, que para todos los aspirantes a la gubernatura del Estado, es un buen filón de votos para quien sabe usarlo, es decir, sin el fin de venganza, sino de justicia, solamente.

Es verdad, Héctor Yunes Landa, precandidato, todavía, del Partido Revolucionario Institucional, ha insistido, en casi todos sus discursos, en la posibilidad de que siendo Gobernador de la entidad, comenzará por limpiar la casa, a poner orden a las finanzas públicas, así como recuperando, lo que más se pueda de todos los recursos que se supone han sido tomados de las arcas del Estado, sin justificación alguna, es decir, que no se utilizaron para nada que pudiera beneficiar a los veracruzanos, en pocas palabras que haya sido dinero que fue a parar a los bolsillos de unos cuantos políticos, debidamente protegidos.

Pero, como se sabe, no es tan solo Yunes Landa, del PRI, sino otros personajes que sintiéndose con la posibilidad de lograr el triunfo electoral del primer domingo del mes de junio, andan ofreciendo casi lo mismo, con la diferencia que dentro de sus objetivos, va implícito el ánimo de la venganza, cosa que tampoco es buena, porque los veracruzanos, efectivamente, no quieren venganza, sino un poco de justicia.

Aquí podría estar la diferencia, pues es común que los ataques políticos lleven mucho de estos ingredientes, pero no a tal grado de ver las cosas, como con enfermedad mental, sino con toda paciencia, prudencia e inteligencia, cumplir lo prometido.

De esta manera, el tema de la corrupción en el gobierno, es una buena fuente para la campaña política, por lo que habrán de arreciar estos señalamientos ante el pueblo veracruzano, estrategia que para algunos son votos, tal y como ya lo hemos comentado, mientras que para otros es una verdadera posibilidad de que se haga justicia a quienes se han visto despojados de sus recursos, como son, precisamente, los veracruzanos en lo general, porque cada uno es, de alguna manera, contribuyente para el Estado y para la Federación, así como para los diversos municipios de la entidad.

Para Héctor Yunes Landa, quien ha buscado por todos los medios llegar a conducir los destinos de Veracruz, resulta una vergüenza, como lo ha dicho en diversas ocasiones, que el Estado, sea señalado constantemente como una entidad totalmente corrupta.

Nunca, como ahora, la corrupción, signifique parte de la lucha política que se esta escenificando con los aspirantes a la gubernatura del Estado. Nunca, este tema se había tocado con referencia directa y absoluta a la actual administración estatal, que es donde, todo parece indicar, se centraran aún más los discursos políticos, tanto del candidato del PRI, como de los demás aspirantes a la misma posición gubernamental.

La sucesión en Veracruz, se torna interesante, porque si bien los proyectos políticos y materiales que se tienen para la futura administración publica, son ya de cajón, como se diría popularmente, también hay de por medio, otro interés todavía más profundo como es el caso de la corrupción que todos, de alguna manera, tratan de hacer desaparecer para bien de Veracruz.

No será fácil, para quien tenga que gobernar la entidad en el inmediato futuro, porque el periodo gubernamental, pensado para otras condiciones políticas que, finalmente, no fructificaron, apenas si alcanzará para cumplir con las metas políticas y algunas otras relacionadas con la obra pública, que de alguna manera, también es del interés general, sobre todo, en materia de comunicación por carretera y caminos que a la fecha son un verdadero problema en todo el territorio estatal.

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Y HASTA LOS candidatos independientes, que por primera ocasión tienen la posibilidad de participar sin estar dentro de un partido político registrado, se están procurando de los datos suficientes para entrarle de lleno al asunto de la corrupción como una posibilidad de atraer adeptos para la futura contienda electoral constitucional.

Y es que, de buenas a primeras, se dieron cuenta que es por este lado donde la mayoría de los veracruzanos, viven inconformes y sedientes de justicia, porque es un tema que, de acuerdo a las recientes deducciones, se esta respaldando por fuentes de carácter nacional, es decir, con la venia de quien manda a nivel nacional, considerando que nadie, por más alto funcionario que sea, dentro de la federación, se atreve a señalar culpables sin tener la luz verde para hacerlo.

Así es que los candidatos independientes, también le entraran al asunto de la corrupción en Veracruz, más para aprovechar los momentos políticos, que para hacer algo si las condiciones políticas les favorecen y llegaran a tener en sus manos el triunfo electora, y por consecuencia, la titularidad del Poder ejecutivo de la entidad.

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POR FUENTES del mismo Órgano Público Local Electoral, se sabe que los candidatos independientes sigue en pie y que ninguno de los que han estado en esta jugada, ha renunciado a la contienda electoral, tal y como se ha manejado, por ejemplo, del caso Gerardo Buganza Salmerón.

Todos están empeñados en lograr su cometido, pero de alguna renuncia a esta participación, no se tiene conocimiento, ya que Gerardo Buganza Salmerón, en palabras de la propia Presidenta del Consejo General del organismo electoral, no ha presentado su renuncia, es decir, que no existe documento alguno que así lo pueda probar.

Lo anterior quiere decir, que Buganza, para el OPLE, es un candidato que sigue participando, porque hasta donde se sabe, solamente ha botado la toalla de manera pública, pero no en documentos que justifiquen esta acción, sobre todo, ante el organismo que se encarga de regular estas actividades relacionadas con el proceso electoral para la sucesión gubernamental.

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¿HASTA DONDE el Partido Revolucionario Institucional, tendrá la suficiente fortaleza para no dejar que personajes políticos que le han hecho mal, se enlisten para una curul local?.

Hay quienes dicen que limpiar la casa, no es tan solo referirse a la administración pública del futuro, sino también en el seno del órgano político de donde han salido los gobernadores y demás posiciones políticas.

Que limpiar la cas, significa que desde el Partido tricolor, se impida la participación de personajes que podrían empañar su imagen, pero al mismo tiempo ser un verdadero obstáculo para las futuras acciones gubernamentales.

Y es que no falta razón a quienes, desde ahora, están viendo este serio problema político para quien tenga que mandar en el Estado, pues lo mismo será para el propio mandatario salido de las filas priistas, como para cualquier otro que pudiera llegar a esta misma posición. Los infiltrados, son un enorme riesgo para cualquier administración pública del futuro.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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