Este es el lema del cinismo y la impunidad de políticos y funcionarios públicos. Es habilidad para cometer toda clase de actos de corrupción y a la vez ser capaz de «solventar» como se dice, todas y cada una de las observaciones que a su desempeño les formule una autoridad fiscalizadora, llámese Auditoría Superior de la Federación, Órgano de Fiscalización o como se llame.

Así ha sido y así seguirá mientras nuestra legislación en materia de transparencia y fiscalización , además de punitiva no sea también preventiva para detectar a tiempo los delitos ya que la justicia pierde lo que el corrupto gana en oportunidad para no «dejar huella» o para que prescriban los delitos; una deficiencia que jamás se superará mientras los que hacen y reforman las leyes, sean en buena medida los mismos que las violan.

¿Como es posible que a los mexicanos nos cueste miles de millones de pesos tener un sistema de fiscalización que «detecta» ilícitos hasta 4 o 5 años los después de que «desaparecieron» gigantescos recursos? ¿Cómo es posible que existiendo una cadena de cómplices ninguno se equivoque? ¿Cómo es posible que del sindicato más grande de América Latina y calificado como el más corrupto solo exista una sola persona en la carcel? ¿Cómo es posible que grandes fortunas acumuladas y luego «limpiadas» y convertidas a empresas legales, ninguna autoridad hacendaria o fiscalizadora detectó nunca nada?

Si a una madre se le desaparece su pequeño hijo, al instante se da cuenta y hace un explicable escándalo. ¿No será que a la rendición de cuentas y al derecho de acceso a la información pública le hace falta una ALERTA AMBER PARA desaparición de fundos públicos? Si a una persona se le desaparece su auto que dejó estacionado, de inmediato lo sabe, Me va decir, «es que eso es muy fácil». Lo mismo debe ser darse cuenta cuando un presupuesto autorizado y destinado por ley a una obra o acción no se recibió por el ejecutor ni se tradujo en la obra o acción preestablecida. Pero no hacen nada porque calladitos se ven más bonitos.

Convengo que el ingenio corruptor tenga habilidades para sustraer un recurso y llevarlo a otro uso o a una cuenta personal. Y quienes debían ejecutar correctamente esos recursos ¿porqué fueron omisos al no denunciar el hecho oportunamente? ¿ qué no saben qué tan delictivo es desviar el uso de recursos etiquetados por el Congreso cómo saberlo y no denunciarlo en tiempo y forma ante autoridad competente ?

En estricto sentido hacer justicia y ejercer plenamente la acción penal, en el caso de la corrupción gubernamental debería incluir a los culpables y a los negligentes . Unos por ladrones y otros por silencio cómplice.

Ademas, una auditoría que hace posible detectar que hubo corrupción siempre será incompleta si además de identificar responsables no incluye la corrección de las causas o sea las lagunas y debilidades jurídicas, administrativas o de la índole que sean y que permitieron ejercer facultades discrecionales y cometer actos de corrupción. Por tocar este tema ante un Contralor del Estado, recuerdo que fui amenazado de perder la chamba. El prepotente funcionario no permitía esa clase de preguntas. Se me olvidó que asistía en representación de un Secretario. No me dejé de aquel jarrito de Tlaquepaque y expresé a mi pretendido verdugo, si quieren correrme háganlo, yo vendo mi trabajo, no mi conciencia.

Le puedo remitir al lector un caso insólito pero real: la Ley de Ordenamiento Urbano, su Reglamento y el de Construcción. Se de un par de tesis doctorales dedicadas al análisis de esos trucos discrecionales de la autoridad urbana y que a lo largo de los años han hecho de nuestras ciudades un infierno de irregularidades. El fenómeno es mundial.

Parece mentira pero es verdad. Es tal el grado de corrupción a que ha llegado México que tiene un primer y nada honroso lugar en el mundo. Y en su clase política hay quienes se dan golpes de pecho en el mismo instante en que hacen de la transparencia y la rendición de cuentas, solo una cobija compartida gracias al ejército de inteligencias también conocido como «blanqueadores de libros», útiles chapulines que pasan de prestigiados despachos a Contralores luego de aquí brincan a Auditores Estatales o Federales o diputados y después de regreso. Son «blanqueadores multifuncionales» incluso capaces de organizar y festinar eventos de la «alta academia» contable.

Es tal la fuerza de la impunidad de cuello blanco que cuenta con una cláusula de exclusión para castigar cuando pone en peligro la preservación del poder. En este caso, el sistema dice a quién castigar y con qué penalidad; desde unos años de prisión hasta mandarlos al servicio exterior como cónsules o embajadores.

En confesión de amigo, una vez un alto funcionario publico excluido por no colaborar con la mafia de magistrados y funcionarios corruptos me preguntó ¿ usted qué haría llegado el día de hacer la entrega de una medalla de honor, cheque de retiro y súper pensión a un juez o magistrado que por su avanzada edad se retira?

Esto le conteste: le diría, todo lo que por años de servicio usted espera en ese paquete, se le entregará después de que a su vez Usted entregue letra por letra todas y cada una de las «interpretaciones» de la ley que hicieron posible poner en libertad a altos delincuentes o incluso que ni pusieran un pie en la cárcel. Al instante aquel amigo me dijo: está usted soñando.

VERACRUZ y LA UV, JUGUETE

VERACRUZ Y LA MISMA UV, SON AHORA UN JUGUETE de los aspirantes a 2018. Por eso no se resuelve nada. La clase politica en 1968, como ahora, antepone su lucha por el poder, que es lo único que les importa. No se rompen entre ellos porque todos tienen aspiraciones y todos tienen un pedazo de la cola de los otros. En ESTAS CONDICIONES solo una plural y mega concertacesión impedirá que trascienda el conflicto, pero eso supone un mega mediador, rol que quieren todos los aspirantes – visibles e invisibles – a suceder a EPN. Está Veracruz dentro del juego que re acomodará fuerzas políticas y traerá un nuevo reparto del poder. Lo que decidan los que decidan impactará como efecto dominó en otros estado en proceso electoral. México casi siempre está en elecciones. O sea, que no usen esto de pretexto para posponer la justicia o que paguen las consecuencias.

EL MOMENTO.

Por razones y causas que ahora escapan a estas reflexiones, las grandes transformaciones de México y de muchos países, han hecho su estallido en el momento de alguna coyuntura de tipo internacional.

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