A veces la gente se confunde. No todos alcanzan a entender que en este momento los aspirantes al Gobierno de Veracruz están en precampaña al interior de su militancia y que éstas habrán de finalizar el 13 de marzo próximo.
Por lo tanto debe quedar claro que no hay campañas todavía. Sin embargo, no se puede negar también, que quienes andan en precampaña han hecho ver sus posicionamientos, lamentablemente por ahora abundando la denostación. Pero esto va a cambiar en la siguiente etapa, donde se verán mejor organizados una vez que inicie la campaña para el próximo 3 de abril, misma que habrá de concluir el 1º de junio del presente, cuatro días antes de la elección, que será el domingo 5 de Junio.
Por lo pronto, los que después del 13 de marzo queden como candidatos al gobierno de sus partidos, se podrán registrar entre el 18 al 27 de marzo y posterior a ello respetarán la etapa de veda electoral, para esperar el tiempo legal y a inicios del mes de abril emprender la odisea de ganarse al electorado, obteniendo mayor ventaja quienes tienen un camino andado de muchos años, quienes posean presencia estatal y sobre todo los que sean conocidos por su perfil confiable en lo personal, profesional y político. En el caso de los candidatos a las diputaciones locales, su registro será entre el 17 y el 26 de abril del presente.
Y ya en la etapa de campaña seguro el discurso cambiará, se darán a conocer con mayor amplitud los perfiles de los candidatos, sus propuestas y el compromiso con la ciudadanía. Misma que no quiere escuchar agravios y ofensas entre sí, ésta quiere ser convencida con argumentos de calidad, inteligencia y realismo en sus contenidos. El electorado veracruzano, quiere tener la seguridad de que quien llegue a gobernar Veracruz, en los siguientes dos años, tiene vocación para servir a los veracruzanos con honestidad, capacidad, eficiencia, sensibilidad y respeto. No se quiere equivocar.
Vendrán los debates, que serán decisivos. Vendrán los promocionales y los mensajes a través de los medios, y ojalá que estos lancen propuestas objetivas y hablen con la verdad, porque la ciudadanía quiere escuchar argumentos inteligentes a favor de Veracruz, quiere ver compromisos claros para eliminar graves problemas que tenemos recrudecidos en últimas fechas. Por ejemplo, que se elimine la impunidad y haya castigos más severos para quien violenta la ley desde el servicio público, nada de inhabilitación, cárcel para quien le robe algo a los veracruzanos, porque son tan delincuentes como aquel que vende droga. Que se mejoren las expectativas no sólo para la Universidad Veracruzana—que mucho lo merece–, sino para todo el sistema de educación superior de Veracruz, porque la UV no es la única institución que está formando profesionistas y el gobierno debe pensar en todo su sistema para ofrecer educación de calidad en todos sus niveles. Que los jubilados recuperen la confianza de que sus emolumentos son intocables y seguros. Que se busque el apoyo del gobierno federal para declarar a Veracruz como un Estado en emergencia por el clima de inseguridad que prevalece y que ha arrebatado la tranquilidad a las familias veracruzanas. Que haya seguridad a corto plazo, de mejores planes de inversión en nuestro Estado para poder activar la económica y todos los que aquí habitamos tengamos trabajo seguro, bien remunerado, la garantía de la seguridad social y el goce de servicios de salud con calidad. Que nos digan en suma, cómo harán rendir el presupuesto del Gobierno—raquítico ya–, pero que manejado con pulcritud y optimizándolo, pueda alcanzar para solventar los gastos que conlleve la resolución de los problemas más apremiantes que nos aquejan, a ser resueltos en el trascurrir de los dos años próximos.
Luego entonces, quien lo logre, quien hable con responsabilidad– no inventando cifras–, sino basados con argumentos bien sustentados, quien deje de denostar y por el contrario logre convencer con la verdad, quien de un mensaje de optimismo y no de pesimismo que mata los ánimos de antemano, etc., si eso se observa y se escucha en los siguientes días, seguramente la ciudadanía sabrá valorar lo mejor y dará su confianza. Y quien lo logre, podrá gobernar Veracruz, avalado por los ciudadanos pensantes y decididos a coadyuvar en el crecimiento del Estado, para recuperarlo de esta mala racha; porque pese a sus grandes problemas, Veracruz tiene gente de bien, preparada, que le apuesta a su desarrollo y un mejor presente y futuro.
Es claro que la próxima elección va a ser reñida y se puede ganar por un voto, suficiente para avalar un triunfo. Así es la democracia y quienes la defienden en el discurso deben ser los primeros que lo defiendan en los hechos. Pero por eso los órganos electorales deberán hacer valer su posición sin favoritismos, actuando con objetividad y legalidad, para evitar las poses de algunos partidos que por estrategia, en su derrota, claman el fraude como una forma de desestabilizar o deslegitimar un triunfo. Algunos le apuestan a generar una guerra porque en la desestabilización siempre ganan los enemigos de Veracruz.
Los veracruzanos de bien hoy debemos sacar la casta, Veracruz nos necesita a todos y debemos apostarle al mejoramiento, no para dos años sino para los siguientes 10 a 20 años, por eso no se vale irse con la “finta” y ello nos lleve a votar con odio. Hoy más que nunca, son tiempos de pensar con la cabeza y no con las vísceras.
Toda elección –independientemente del contexto en que se realice–, los equipos mejor organizados, los que cuentan con mayor militancia y mejor organización para activar a sus electores, los que postulan mejores candidatos, serán los que ganen; y en eso no hay magia, sólo demostración de talento de quienes participan políticamente y de quienes votan.
Esperemos los tiempos y circunstancias. ¡Todos estamos listos!!
Gracias y hasta la próxima.