«Veracruz está inmerso en la sucesión gubernamental, que para los ciudadanos significa renovar sus esperanzas y para los candidatos constituye una lucha cruenta y sucia para ganar el poder, que es la variable fundamental en la instancia política. El poder entendido como capacidad de dominación pareciera ser el fin de la mayoría de los candidatos y no el medio para lograr una sociedad integrada. En esta contienda brusca y hasta grosera, el pueblo aplaude porque el chisme de las agresiones se difunde y vende, así que hay escasas muestras de generosidad entre los candidatos, porque los discursos políticos van dirigidos generalmente a las vísceras y no a la razón y el intelecto. En estos tiempos electorales los candidatos constituyen la agenda setting y encabezan el debate público que influye en las preferencias electorales: el quid del asunto es determinar con exactitud qué quiere el público elector». Es parte de lo que escribe María Elena Fisher, directora del portal «Acentos.Info», en su artículo «El tercero podría ser gobernador».