Aclaro, se me han bajado un poco las pilas, pues la vida no es muy seria en sus cosas, sin embargo, nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio, y pensándolo bien, la vida está en otra parte. Sólo hay que buscarla, buscar por el agrado de buscar, no por el de encontrar, entonces, la vida es bella… Tanto bla, bla, bla para preguntarles qué chingaos nos dejó realmente la visita del Papa a México, interrogante que lanzo con el absoluto respeto a mis prójimos y próximos. ¿Quién tira la primera piedra?

Según la numeralia del suplemento del Diario Reforma (21-02-16), el Papa celebró en el país del nopal 6 misas, pronunció 6 discursos en encuentros y actos oficiales, y pronunció 18 mil 944 palabras en sus prédicas.

Su estancia duró 120 horas, 45 minutos, tiempo durante el cual visitó CDMX, Edomex, Chiapas, Michoacán y Chihuahua, y sólo pronunció 4 veces la palabra corrupción; 6, pobreza; 43, riqueza, y 17 el vocablo oportunidades. Bueno, ya saben, por lana no paramos: 400 millones de pesos se calcula gastó el gobierno de Michoacán para recibirlo; 15 millones de pesos costó el templete para la última misa multitudinaria en Ciudad Juárez; 10 millones de pesos gastó el Gobierno del Estado de México para montar el escenario de la misa en Ecatepec. Ahí nomás. Y, ¿qué pasó realmente? ¿Algún beneficio para el grueso de los mexicanitos jodidos?

Mucho ruido y pocas nueces… ¿Igual que las precampañas y campañas electorales o electoreras, aquí, donde se siguen dando con todo, no sólo con la cubeta sino hasta con el bacín? Pero lo peor de todo es que caeremos –de hundirnos- en sus mentiras, y de nuevo “Había una vez…” ¿Nada nuevo bajo el sol? ¿No pasa nada? ¿Cuándo viviremos sin violencia, corrupción, opacidad, desempleo, falta de oportunidades, extorsión, desaparición forzada y etc.? Paren el mundo que me quiero bajar, dijo Mafalda. Cierto, pero también, paren el país –¿dónde quedó eso de mover a México?- que me quiero ir, huir, aquí se pone todo color de hormiga, ¿quién lo niega? La vida está en otra parte: aquí. ¿Qué hacer?

Creo que fue Miguel de Cervantes Saavedra quien dijo que el retirarse no es huir, ni el esperar es cordura cuando el peligro sobrepuja a la esperanza. Tons, ¿qué pasión?

Aclaro, se me bajaron las baterías el pasado 30 de febrero –leyó usted bien, 30 de febrero-. Y ahora, ¿qué hacemos, Quimosabi?

Los días y los temas

En el 2010, el candidato a la gubernatura de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa se manifestó a favor de la revocación del mandato: “Estoy de acuerdo porque la confianza se tiene que refrendar con los resultados y la gente tiene el poder de quitar, de remover a las autoridades que eligió, porque al final del día quien tiene la soberanía es el pueblo y ellos son los responsables y los facultados para poderlo hacer y tenemos que crear los mecanismos legales para poderlo hacer”. Peor, ¿imposible?

De cinismo y anexas

Me da risa y coraje –al revés también- tanta honestidad que circula como moneda corriente entre la clase política y en muchos otros lados. Como canta Joan Manuel Serrat: “Vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseados”.

Como dijo George Sand, nada se parece más a un hombre honesto que un pícaro que conoce su oficio.

Por lo pronto, ahí se ven.