Lo peor que puede hacer una sociedad ante una problemática tan compleja, dañina e intrincada como lo es la corrupción, es rendirse y/o resignarse a que simple y sencillamente así es como ha funcionado históricamente México, y no hay absolutamente nada que podamos hacer para cambiar.
Cuando el fenómeno de la corrupción alcanza tales dimensiones, genera un elemento devastador para el futuro de cualquier país; la indiferencia ciudadana. La indiferencia ocasiona la inacción, y con ello, el mantenimiento de un status quo de un modelo de sociedad corrupta que opera con libertad e impunidad absoluta, ya que al no existir esa presión y voz social por parte de la ciudadanía, no existe ese contrapeso social necesario para exigir e ir superando poco a poco, las adversidades y problemáticas que aquejan a una sociedad.
Me llena de orgullo el saber que existen muchos mexicanos que como yo, jamás claudicarán en la desgastante lucha y búsqueda por lograr un México mejor para todos, y fruto del trabajo de los muchos ciudadanos y organizaciones preocupados por la situación actual, es que nace una iniciativa de ley ciudadana – y tema central de esta columna – denominada Ley 3 de 3.
La ley 3 de 3, en términos simples, es un esfuerzo colectivo ciudadano, impulsado a través de más de veinte organizaciones tanto civiles como no gubernamentales, que busca transformar la indignación social por la corrupción en un esfuerzo constructivo para forjar gobiernos más honestos.
Es un hecho innegable que el sistema político actual jamás impulsará reformas que atenten contra sus propios intereses, por lo que el único camino viable para combatir la corrupción y cambiar nuestra realidad es a través de la participación ciudadana.
Por lo que a través de esta iniciativa, se busca dotar a la ley de verdaderos mecanismos legales que ayuden a frenar el cáncer de la corrupción en todos los niveles, el nombre 3 de 3 hace referencia a uno de los focos principales de la ley; obligar a todo servidor público a presentar tres declaraciones, una patrimonial, una fiscal y una de intereses. (Como dato curioso, hasta el día de hoy, 3 de marzo del 2016, tan solo 96 de nuestros 500 congresistas la han presentado voluntariamente)
Pero no es el único alcance de esta ley, también busca generar un nuevo tipo de servidor público, crear una verdadera eficacia legal y operativa ante los actos de corrupción, convertirnos en una sociedad corresponsable a la hora de combatir la corrupción de la mano de una nueva cultura de denuncia pública, sumado a una verdadera capacidad legal para sancionar hacen de esta iniciativa, hacen de esta iniciativa, un instrumento que verdaderamente cumpla con lo que necesita este país para evolucionar hacia una sociedad más transparente y próspera.
Quisiera terminar recalcando la importancia de esta iniciativa, es el darle una voz a los miles de mexicanos que estamos hartos de la corrupción y de unirnos como ciudadanos para lograr un bien común, y aún más importante, sentar un precedente histórico de leyes impulsadas por ciudadanos para ciudadanos, y que en un futuro no muy distante, comencemos a ver la iniciativa de ley ciudadana contra el maltrato animal, o contra el aborto, o contra la legalización de la mariguana o cualquiera que sea el sentido que le queramos dar los ciudadanos, a este gran país.
Te invito a informarte, firmar y difundir este esfuerzo, ya basta de indiferencia, ya basta de la corrupción y de todos aquellos actores que se benefician de la inacción ciudadana.
Para mayor información consulten la página web www.ley3de3.mx
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