No es que no me guste tener que lidiar con los ciudadanos guatemaltecos, salvadoreños, hondureños o cualquiera de estos amigos que vienen de países específicamente centroamericanos.

El problema básicamente es que estas personas se han asentado de manera estrepitosa en el Estado de Veracruz, lo que me hace pensar que han decidido quedarse aquí e intentar subsistir y sacar adelante a su familia de la forma que sea.

Y se preguntaran ¿que con eso? ¿a mi porque me debería de interesar?, pues muy sencillo estimado lector, mire usted, aproximadamente según cifras del CONEVAL aquí en Veracruz hay alrededor de 466, 956 pobres, ocupamos el glorioso segundo lugar a nivel nacional, y como si no fuera suficiente también a nivel nacional ocupamos el primer lugar de ciudadanos beneficiados por el programa PROSPERA algo así como 700 mil personas.

Es decir que en el rubro del combate a la pobreza no hemos sido tan acertados, lo cual incrementa aún más mi preocupación con respecto a la llegada o invasión o como quieran llamarla, de estos hermanos centroamericanos.

Para nadie es un secreto que muchos de ellos al no encontrar trabajo se dedican a delinquir o lo peor a ser reclutados por las organizaciones del crimen organizado, quienes mediante una módica cantidad de dinero o de droga les pagan a efecto de que sean estos los que realicen los trabajos de secuestro, robo, homicidio, extorsión, entre otros.

Y la pregunta de los 60 mil seria ¿Y las autoridades de migración dónde están?, ¿Que han hecho al respecto para parar esta migración? ¿Cuáles han sido las acciones que han llevado a cabo para solucionar en lo inmediato este problema grave?

Veracruz, es un estado clave en el paso de estos ciudadanos para llegar a la frontera norte, sin embargo muchos de ellos por diversas causas ya no pueden continuar con su viaje, o muchos de igual forma deciden quedarse aquí, como ya lo señalamos.

Esto agravada en gran medida la correcta aplicación de programas encaminados a ayudar a los veracruzanos, a salir de la pobreza y extrema pobreza en la que viven, agrava de igual forma los programas que se implementan en materia de seguridad pública, afecta y mucho a los proyectos que se tienen para disminuir la migración en México.

Los efectos que generan el flujo de migrantes originarios de estos países es negativo, ya que no aportan nada, no ayudan en nada, son una carga más para el estado, y sin duda alguna en su mayoría carecen de una preparación académica que les pudiera permitir desarrollarse en otro ámbito y así colaborar de manera directa en beneficio del estado.

Sin duda alguna algo tendrán que hacer nuestras autoridades migratorias para resolver este gravísimo problema, que aunque me vea catastrofista, créanme no lo soy, ya este problema lo tenemos más que encendido y en focos rojos, sobre todo en estados de la zona sur de la República Mexicana, a lo que habría que decir que Veracruz no es un caso de excepción. Al tiempo. Correo electrónico: bernardobellizzia@nullhotmail.com