Atendiendo a lo establecido por la Ley Electoral, habiendo concluido las pre campañas y designados formalmente los candidatos a las doce gubernaturas que serán votados en nuestro país el próximo 5 de junio, sigue un periodo de veda electoral, que implica que nada se difunda públicamente sobre las opciones y propuestas electorales, hasta dentro de un mes, aproximadamente, en que arrancarán a tambor batiente las campañas constitucionales en pos del voto ciudadano.
¿Cual será la agenda de los candidatos en estos “Días de guardar” que coinciden, y de ahí el nombre, con la Semana Mayor? Antes de entrar en tema, repasemos el escenario integral:
De las 12 entidades con elección de gobernador, en seis nunca ha habido alternancia: Durango, Hidalgo, Campeche, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz. Por su parte, Aguascalientes y Zacatecas han tenido un periodo de transición en el cual el PAN y el PRD gobernaron durante dos sexenios (1998-2010). Tlaxcala es la única entidad donde han gobernado los tres partidos grandes: PRD en 1999-2005, PAN en 2005-2011 y el PRI antes y después de esos periodos.
Las coaliciones electorales son esenciales para ganar elecciones, sobre todo para el PAN y el PRD. Entre 2009 y 2015 hubo 41 elecciones para gobernador. Treinta y seis de ellas fueron ganadas por una coalición. Sin embargo la experiencia muestra que algunos partidos coaligados festejan la noche de la elección, pero más tarde son desplazados de la gestión de gobierno.
Las elecciones del 5 de junio se darán en un contexto que muestra tres tendencias principales. La primera es hacia una mayor fragmentación del voto. Mientras en 2000 los tres grandes partidos concentraban 94 por ciento del voto, en 2015 sólo fue del 60 por ciento, y esta tendencia ha seguido creciendo en 2016.
La segunda es una “ola antipartidos” y el éxito de algunos candidatos independientes. Hoy más ciudadanos pueden aspirar a ocupar un cargo público aunque no pertenezcan a ningún partido. Sin embargo, el inevitable obstáculo a considerar, es la falta de gobernabilidad de este tipo de candidatos. La opinión publica lo esta viendo en el caso de Nuevo León, y probablemente no querrá que esto se repita en sus respectivos estados.
La tercera tendencia, que sin duda, se convertirá en el tema principal de las campañas es la corrupción. Cada vez es más notoria una exigencia ciudadana para que sean castigados lo actos corruptos. ¿Cuántos candidatos replicarán la estrategia? En Veracruz ese será el tema, sin ninguna duda.
Pero volviendo al aparente in pass de la veda electoral ¿Cual será la agenda de los candidatos en estos “Días de guardar” ¿
Claramente será una oportunidad para terminar de afinar estrategias para ganar la confianza ciudadana. Habría que esperar que éstas sean innovadoras, que dejen de lado los formatos tradicionales de nutridos y costosos mítines, que no garantizan el voto a favor del candidato en cuestión. De igual forma, dejar de lado la inevitable versión de estructuras partidistas bien aceitadas, que en la mayoría de los casos son mera ficción. Las estructuras de campaña conformadas por generales carentes de tropa, generan estimaciones ficticias de intención de voto favorable que de tomarlas en serio, conllevarán riesgos altísimos de consecuencias irreparables.
A todo lo anterior hay que agregar que hoy día las campañas y las elecciones se efectúan en el marco de una conformada sociedad de cibernautas, redes sociales y periodistas que nacieron con la web. Al punto, de que en la actualidad, la gran mayoría de la información que difunden los noticieros de mayor rating electrónico, ha sido sacada de facebook o twitter. Así, simplemente la copian y la pegan. En un clima de innovación tecnológica que genera sustantivos cambios en la opinión publica, los espacios tradicionales de noticias están siendo rebasados.
Hoy las redes sociales están empezando a marcar la agenda y las columnas periodísticas se leen menos. El ejemplo y la denostación son parte del juego, hay mucha basura, es verdad, pero también hay mucha inteligencia y sentido común. En este contexto, los candidatos sobrados de sí, autosuficientes, no van a tener éxito. Estamos viviendo tiempos de cambio de gran calado, en donde los candidatos, en vez de presentar sofisticados programas de resultados milagrosos lo que tendrían que hacer es preguntar a la población como y en que temas se requiere la actuación del gobierno. No se trata de una propuesta simplista, sino de un cambio de actuación de fondo, para reflexionar en los días de guardar.
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