«A Andrés Manuel López Obrador le encaja a la perfección la paremia bíblica «nadie es profeta en su tierra». Su ex-partido, el PRD, arrasó en la elección extraordinaria del municipio de Centro, el más importante de su natal Tabasco. Le metió casi dos a uno al abanderado de MORENA, Octavio Romero. Gerardo Gaudiano ganó a pesar de que «el Peje» se involucró personalmente en la campaña de Romero». Lo comenta Francisco Garfias en «Excélsior».