Decenas de miles de personas se manifestaron hoy en varias ciudades de Brasil para apoyar al ex gobernante Luiz Inácio Lula da Silva y a la presidenta brasileña Dilma Rousseff ante la grave crisis política que vive el país.
Como ya sucedió en la protesta antigubernamental del domingo pasado, el corazón de las protestas se situó en la Avenida Paulista de Sao Paulo, que fue cerrada al tráfico ante los miles de manifestantes vestidos de rojo que gritaban “¡No va a haber golpe!”.
El propio Lula, nombrado ministro de la Casa Civil, participó en el acto de protesta –que según lo organizadores congregó a 300 mil personas- y aseguró que se integró al Ejecutivo de su predecesora para ayudar al país.
“Pasé un día con Dilma esta semana y les digo lo siguiente: es imposible que la presidenta gobierne con tranquilidad con la cantidad de provocación que ella recibe todo el día”, dijo el ex sindicalista, vestido de rojo y aclamado por la multitud.
“¡El pueblo brasileño aprendió!”, dijo el ex presidente (2003-2010), quien enumeró los programas sociales que él y Rousseff llevaron a cabo desde que el Partido de los Trabajadores (PT) está en el poder.
Envió también un mensaje a la oposición, a quien acusó de la crisis actual que vive el país.
“Los que ustedes están haciendo hoy en la Avenida Paulista espero sea una lección para aquellos que no creen en el pueblo brasileño”, dijo Lula en alusión a la numerosa participación popular, que refleja la capacidad de movilización del principal partido de izquierda de Brasil, pese a los problemas por la Operación Lava Jato.
Las manifestaciones se produjeron en ciudades de todos los estados del país, y fueron notables en ciudades como Río de Janeiro o Brasilia, aunque menores a los actos de protesta antigubernamentales del pasado domingo, cuando al menos tres millones de personas salieron a las calles.
Brasil vive una profunda crisis política que se agudizó con el nombramiento de Lula como ministro de la Casa Civil, una decisión de Rousseff que fue recurrida ante la Justicia y suspendida cautelarmente.
El nombramiento de Lula como ministro –una maniobra que la oposición sospecha que tiene como objetivo otorgar fuero privilegiado al ex presidente, investigado por su implicación en la trama Petrobras- fue suspendido cautelarmente la víspera por un juez de Sao Paulo.
