*La Secretaria del Ayuntamiento convirtió al alcalde en un inútil…

*Las actas del Cabildo las maneja caprichosamente: Ediles…

*”Basura me volví”: Ricardo Palacios Torres.

“Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo…cuando ha de ayudarle a levantarse”

Para nadie es extraño que la nagua de doña Dulce Arenas, quien sigue a prueba en un cargo tan delicado y clave en la administración municipal, como es la Secretaría del Ayuntamiento, haya logrado convertir en un títere al presidente municipal, ingenuo y falto de carácter político, lo que ocasiona que los caprichos de la oriunda de La Laguna, una modesta comunidad de Xico, tenga a Coatepec en el más completo abandono…y en el más triste de los panoramas.

Jamás en la vida política de los coatepecanos se había tenido un gobierno local tan apático como el que iniciara Roberto Pérez Moreno para dejarlo en manos más ineptas y desgarradoras como las de ahora con el doctor Ricardo Palacios Torres y su Secretaria del Ayuntamiento, ex regidora panista, Dulce María Arenas, a quien los mismos regidores tienen en la mira y de quien están pidiendo al alcalde y al Congreso Local, su destitución por las diversas anomalías, entre ellas, la redacción de las actas del Cabildo elaboradas a su antojo y conveniencia. Incluso, se dice de ella que fue quien despidió a los directores de áreas con el sello “Juanelista”, sin tomar en cuenta a su “excelentísimo”, señor Presidente, que nada más se queda como el chinito, “milando”, las brutalidades que viene cometiendo su ejecutora que subida en un tabique, actúa con prepotencia y soberbia, logrando hacer del galeno Palacios, una triste y ridícula marioneta…

Dulce Arenas y su alcalde Ricardo, tienen escrito en su perversidad llevar a Coatepec al desfiladero pleno. Tienen la virtud de la facilidad de actuar con la perversidad que citamos y la maldad que se refleja en sus tristes y desoladas almas. De esto se desprende su soberbia y su orgullo que aplican a los coatepecanos…nada les cuesta. El odio se lo están ganando con facilidad y los peores calificativos, sin embargo esto es lo que menos les interesa.

Los ediles, comentan, ya no la soportan y ellos, sencillamente, tienen la última palabra y coinciden: ¡¡ Que se vaya…!!.

Pero ella, Dulce Arenas, arropada por el galeno improvisado como alcalde, sintiéndose el personaje de Narciso de Oscar Wilde, abnegada y tierna como las Oreades, están transformando al palacio en una gran fuente de lágrimas saladas.

Tenemos suficiente para continuar comentando las atrocidades del excelentísimo señor presidente municipal antes humilde y modesto galeno, ahora en una frágil marioneta de carpa pueblerina que considera que todos estamos en condición de arrodillarnos ante su medido poder de 20 meses, opiniones y realidades que la propia ciudadanía, que no solamente les preocupa el grave problema de la basura, vierten sobre su pésima y malograda actuación…

Entre algunas de las bromas que se vierten entre la sociedad civil, está el éxito del inolvidable Trío Los Panchos, y que Ricardo Palacios lo ha convertido en tema famoso de los coatepecanos: “Basura me volví”.

De la pobre actuación del tesorero municipal, y de otras genialidades de Palacios Torres y Dulce Arenas, comentaremos en columnas siguientes…digamos, de los convenios que ordena Dulce y Ricardín, en la dirección de Obras Públicas, convirtiéndose en socios en las obras que se llevan a cabo en el municipio….salieron listos los amigos que quieren y aman a su pueblo. De los hijos y familiares cobrando en dependencias, desde luego señores.

Remato:

En el palacio se luce

La arrogancia y los espacios,

Del fulanito Palacios…

Y la soberbia de Dulce

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