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El 20 de marzo es el día establecido por la Organización de las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Felicidad, esto con el fin de que los gobiernos piensen en políticas públicas que hagan que sus ciudadanos estén satisfechos con la vida.
La principal asociación que todos podemos hacer con la felicidad es la risa, quizás por ello el presidente de los Estados Unidos eligió anunciar su visita a Cuba de la mano de uno de los comediantes más conocidos de la Isla, Pánfilo. Barack Obama hace una visita histórica, acompañado de su esposa e hijas arribó a cuba desde el domingo, coincidentemente en el Día de la Felicidad.
La felicidad tiene una carga inmensa, muchas veces está en las cosas más sencillas como disfrutar de algo que nos gusta, pero también se encuentra en conceptos más complejos como la esperanza y las ilusiones. La visita después de 88 años de un presidente de Estados Unidos a Cuba puede representar mucho para los habitantes de un país que se encuentra en medio de grandes cambios.
De acuerdo a múltiples especialistas, el arribo de Obama será histórico, pero los verdaderos cambios en el país ya no dependen de él, y seguramente en el discurso que se espera dé el martes, hará énfasis en ello. De momento algunas cosas van avanzando como el turismo y la introducción de medios digitales pero es la sociedad quien necesita generar opciones para su transformación y no sólo encomendarse a San Obama, como le llaman en algunos casos.
El cambio en todos los aspectos casi siempre está en manos de quien lo pide y no a quien se le exige, lo mismo pasa con nosotros. Como mexicanos exigimos mucho en palabras a los gobernantes pero pocas veces actuamos, somos incoherentes en múltiples puntos, nos quejamos de lo que pasa en el entorno pero sólo cuando nos afecta de forma directa o porque nos dejamos llevar por la opinión pública.
Hemos vuelto trending topic el #DíaDeLaFelicidad aún antes de que llegue, pero ¿qué estamos haciendo para serlo?. Pienso en las cosas que me producen placer, que tanto disfruto y son sumamente sencillas, sin embargo no las hago con frecuencia, a veces me excuso en la falta de tiempo y en los pendientes, sin embargo al pensar en lo mucho que dejo de lado es inevitable preguntarse ¿por qué actuamos así los seres humanos?. Vivimos en un mundo ajetreado hablando de forma constante por medio de pantallas pero pocas veces interactuamos con los que están realmente enfrente.
Anunciamos en nuestros muros el apoyo a migrantes del otro lado del mundo pero no podemos tenderle una mano a los que diario pasan por nuestras fronteras, nos alarmamos de Donald Trump, pero ¿cuántas veces has sido igual de cruel respecto a los centroamericanos?. He visto como las redes sociales se llenan de ecologistas y supuestos socialistas pero que al darse la vuelta son los principales consumistas de nuestro mundo capitalista.
No quiero criticar a un punto u otro, lo que busco es hacernos ver cuán absurdos somos, hablamos constantemente de lo que queremos y del cuidado al planeta pero nos enojamos ante las soluciones emergentes del gobierno como el no circula porque no podemos sacar nuestro carro. ¡Basta ya de esa actitud!, es necesario que seamos más propositivos pero también activos, las ideas estancadas en la cabeza no sirven de nada.
Te invito a generar un movimiento de acción, comienza por lo básico, no sólo apagues los aparatos una hora por el cambio climático, hazlo de manera constante, carga tu celular el tiempo necesario en el día en vez de hacerlo toda la noche. No te limites a compartir cosas en tus redes, involúcrate con tu entorno inmediato, siempre hay alguien cerca que puede necesitar tu ayuda. En vez de pensar en sólo consumir las tendencias del momento comparte un poco con quienes no pueden cubrir ni los artículos básicos.
Creo firmemente que todos podemos hacer algo por nuestra felicidad todos los días. Parte de la mía consiste en hacer lo que me gusta, escribir y compartir mis ideas, por ello agradezco a quienes le han dado sentido a mis palabras al leerme cada semana o brindarme un espacio. Las felicitaciones que he recibido por el Premio Nacional de Periodismo son parte de mi impulso constante. Que el Día de la Felicidad no sea el único en el que aproveches para sonreír y dejemos de esperar cambios divinos, la solución comienza siempre en cada uno de nosotros.