La verdad es que lo preferiría jugando un partido de basquetbol, quizá un 21, o tal vez pudiera hacer mejor papel como ‘showman’, el show se le da de manera natural, el hombre tiene facilidad de palabra, sabe manejar públicos y es carismático, pero para un baile como el tango la verdad es que no es lo suyo, y es que en la gira que está realizando el presidente de los EUA Barack Obama por Argentina (la Argentiiína, dirían los ches), una bailarina de este difícil arte que es el tango, invitó a dar unos pasos al moreno primer mandatario norteamericano al ritmo de ‘Por una cabeza’, la ya mítica y célebre composición de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera. La gentil bailarina, después de una demostración profesional de cómo se baila esta danza que tuvo sus orígenes en los cabarets de los barrios bajos de Buenos Aires allá a finales del siglo XIX, le corrió la cortesía a Obama invitándolo a dar unos pasos de este sensual baile y el presidente no tuvo más que corresponder a la invitación de la bailarina, y no, ¡no!, el tango no es lo suyo. Hay que reconocer que hay cosas que no se le dan a los norteamericanos y el tango es una de esas cosas, verlos bailar esta cadenciosa danza es como escuchar hablar inglés a algunos españoles, a los que tampoco se les da (en descargo hay que decir que al presidente mexicano tampoco se le da la pronuncieshion), no hay peor cosa que la pronunciación del idioma de Shakespeare con acento castizo. Tal vez el único norteamericano –pero de ascendencia italiana, he ahí el detalle- que ha bailado con mucho sentimiento y garbo el tango es Al Pacino en ‘Perfume de mujer’, además, interpretando magistralmente a un ciego, pero, definitivamente a Obama no se le dan estas cosas: https://www.youtube.com/watch?v=hjRIFeyE0-0
Lo escribe Marco Aurelio González Gama, directivo de este Portal.