A VEINTIDOS años de la desaparición de Luis Donaldo Colosio, su principios políticos siguen siendo poderosamente vigentes en la práctica política de estos tiempos.

Se le sigue recordando como un hombre extraordinario, cuyo límite fue la propia muerte interpuesta desde los oscuros rincones, donde sus pensamientos no eran aceptados por no haber sido coincidentes con los intereses políticos del momento que vivió.

Hubiera sido un gran Presidente, aseguran la mayoría de mexicanos que todavía se duelen de este infausto homicidio.

El que ordenó su ejecución, seguramente no ha dormido bien desde entonces, porque la conciencia, no la buena, sino la mala, lo despierta a cada momento para decirle que Colosio, lo esta esperando en algún lugar de la eternidad, no precisamente para encontrar venganza, sino para reclamarle, personalmente, su actitud.

En el México de hoy, Colosio, sigue siendo un importante punto de referencia en el ámbito político. La mayoría de los que aspiran a gobernar, quisieran parecerse a él y pensar de la misma manera, aunque, es claro también, que estarían corriendo el riesgo de ser sentenciados a muerte, para sacarlos, propiamente, del camino. Hay, en la actualidad, quienes estarían dispuestos a cometer una locura de estas dimensiones por el solo hecho de no tener que enfrentarlos en un futuro cercano.

Pocos son, sin embargo, los políticos que como Luis Donaldo, se hicieron bajo la cultura del esfuerzo y no del privilegio.

Colosio, fue un hombre que acumuló permanentemente la experiencia, sobre todo, viendo el mundo que le rodeaba y que sabía, por lo tanto, de las grandes necesidades de un país como el nuestro. Quería transformar al país de la mejor manera, primero, decía, ganándose la confianza de todos los mexicanos, porque sabía que en ellos radicaba la fuerza que necesitaba para lograr las metas de luchar por un México mejor, sin pobrezas, sobre todo, pues desde entonces ya veía a un México con hambre.

Colosio, era un político distinto. Era hombre de palabra y así lo reconocían la mayoría de mexicanos. Por eso, se encaminaba a la realización de un gobierno distinto, donde no tuviera cabida la improvisación y tampoco la malversación de la riqueza que México, tenía.

Por eso, venía tocando intereses políticos muy fuertes. Fueron los tiempos en que se deseaba un cambio general, que viniera desde la propia organización política a la cual pertenecía, de tal manera, que hasta el propio Partido Revolucionario Institucional, debería sufrir cambios en su forma de ser y de actuar. Era exigente, porque tenía profundo interés en que nuestro país tomara un rumbo distinto, un cambio profundo de su propia estructura, por lo que tan solo con los primeros pasos que dio en su calidad de candidato, ya superaba en gran parte los ancestrales procedimientos de gobierno anteriores.

Fue el discurso del seis de marzo de mil novecientos noventa y cuatro, para muchos, el que marcó su propio destino. Fue, como quien dice, la gota que vino a derramar el vaso, por lo que, desde entonces, se ha analizado, firmó su propia sentencia de muerte.

“Yo veo un México con hambre”, un México de gente agraviada, frases que llegaron a lo más profundo del país, pero también, a lo más profundo de quien se sintió agraviado por sus palabras.

La mente que lo sentenció en ese momento, no soportó la enorme presión que se ejercía sobre sus propias acciones. La salida fue asesinarlo, lo más fácil, para alguien que no pudo ni siquiera reflexionar sobre lo que hacía.

Por eso, como Jesús, ya sacrificado, seguramente, Luis Donaldo Colosio, también pudo expresar, “perdónalo señor, no sabe lo que hace”.

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QUE PERSIGUE ahora Doña Sonia Sánchez, que ya no es de Chirinos, pero que ha vuelto a Veracruz, para volver a practicar la política que tanto le gusta y precisamente a través de los grupos más necesitados de las zonas marginadas, que bien conoce, por cierto, ya que una de sus principales funciones que tuvo en el pasado, fue precisamente, involucrarse en estas acciones como responsable del Sistema Estatal para la atención de la familia, el DIF.

Pues nada, que hasta estos momentos la hemos visto, desde su reciente aparición, en permanente contacto con los grupos políticos del PRI, mostrando un profundo interés por el quehacer político de la entidad.

Que persigue, la ex primera dama del Estado, es una pregunta que ya comienza a formularse en el ámbito político de Veracruz, y que pronto, posiblemente, se pudiera despejar, sobre todo, en la próxima reunión que sostendrá con los integrantes de la Asociación de Periodistas del Estado de Veracruz.

Efectivamente, este martes, la Señora Sonia Sánchez estará dialogando con la APEVER, durante un convivio que será oportuno para saber, como quien dice, a qué le tira en la futura administración estatal, pues todo parece indicar que ese es el propósito de su aparición por la capital veracruzana, donde ha ofrecido conferencias de prensa a distintos medios de comunicación.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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