EMOTIVA, sin duda, resultó la ceremonia de ayer, celebrada en la Universidad de Xalapa, para rendir homenaje a Don Rubén Pabello Rojas.

Tan emotiva fue, que Don Rubén, tuvo que hacer una pequeña pausa durante el mensaje que improvisaba en la tribuna, para dejar que rodaran sus lágrimas por sus mejillas cuando decía que el reconocimiento que se le otorgaba, imponiéndole su nombre al Centro de Servicios Bibliotecarios de la propia institución, lo consideraba inmerecido, pero que viniendo de las autoridades de la misma Casa de Estudios que él mismo fue parte de su fundación, lo aceptaba.

Y no era para menos, pues nadie resiste tan fácilmente un reconocimiento de tales magnitudes, más cuando viene de una institución educativa que él mismo contribuyó a su creación y que ama permanentemente como uno de sus más importantes proyectos de su vida. Bien merecido se tenía este premio a su quehacer dentro del campo de la educación superior, pero los sentimientos que se experimentan en esos momentos, llegan a doblar hasta el más fuerte. Las lágrimas en los hombres, no son signos de debilidad, sino más bien, son el producto de sentimientos que engrandecen al ser humano y lo hacen ser más humilde ante los demás.

Sus amigos más cercanos fueron testigos de este acto, donde el Rector de la Universidad Xalapa, Carlos García Méndez, quien no quiso pronunciar discurso alguno, le entregó también, un reconocimiento por su labor dentro de la propia Universidad, y que ha servido para fortalecer el espíritu de muchos jóvenes que han pasado por estas aulas y que han llegado a destacar en el ámbito político, cultural, administrativo e intelectual.

Junto a su familia, Don Rubén Pabello Rojas, recibió el aplauso al develarse la placa alusiva a este acontecimiento, en la cual se lee claramente que el nuevo Centro de Servicios Bibliotecarios, lleva el nombre de quien fue Rector fundador e impulsor de la educación en Veracruz.

Durante su mensaje, Don Rubén, pudo destacar la labor de muchas personas que han contribuido a que la Institución, cumpla, eficazmente con su compromiso. Pudo aclarar que la Universidad de Xalapa, nació con sus propios proyectos, en tiempos en que la Universidad Veracruzana, comenzaba a rechazar alumnos, pero no por la poca capacidad de los mismos, sino por las necesidades propias de infraestructura del alma mater veracruzana.

Hizo, pues, un recorrido de la historia de la Universidad de Xalapa, desde el momento tan difícil que fue para que aceptaran su funcionamiento, pues era necesario cumplir con muchos requisitos exigidos por las autoridades responsables de la educación en México.

Así, don Rubén Pabello Rojas, ha comenzado a cosechar lo que ha sembrado con tantos esfuerzos, ilusiones, proyectos, desvelos, preocupaciones constantes, pero que al final se ha dado cuenta de que todo ese camino recorrido de grandes obstáculos, ha servido para que hoy la institución que fundó cumpla con los objetivos más importantes dentro del campo de la educación.

Actualmente, Don Rubén, contribuye y respalda a la Universidad de Xalapa. Sigue siendo uno de los puntos importantes de referencia en quehacer educativo de la institución, pero al mismo tiempo, forma parte de los grandes valores de la educación en Veracruz, en el quehacer periodístico y en su constante labor de escritor, pues varios de sus libros, hasta ahora editados, fueron donados precisamente al Centro Bibliotecario de la Universidad, donde además, se cuenta con más de treinta y cinco mil ejemplares, para dar servicio, tanto a los alumnos de la institución como a las personas que deseen estudiar, consultar e investigar en estos espacios creados para todos.

La Universidad Xalapa, crece y se fortalece. Cumple compromisos ante una sociedad, siempre demandante de buena educación. Reconoce a quien se lo merece y en ese sentido, ha hecho bien, al rendir un gran homenaje a uno de sus fundadores, Don Rubén Pabello Rojas.

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BIEN SE DICE que nadie conoce el fondo de la olla, más que la cuchara.

Y este refrán o dicho popular, se aplica en muchos casos donde ocurren acontecimientos que tienen su origen, muchas veces, en situaciones desconocidas.

Lo que pasa en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, pues ser culpa de quien la dirige o bien los resultados de sus acciones, son la obligada necesidad de actuar de esa manera, porque, sencillamente no hay de otra.

La falta de recursos en todas las dependencias del Gobierno, ha obligado, efectivamente, a caer en la falta de cumplimiento de promesas, no precisamente, porque se quiera, sino porque así lo dictan las circunstancias económicas de la actual administración estatal.

En ese sentido, Ramón Ferrari Pardiño, ha tenido, de la misma manera que otros funcionarios del gobierno estatal, bailar, prácticamente, con la más fea.

No es tan criticable que no cumpla, en materia de recursos económicos, porque no depende exclusivamente de él, pero sí es criticable que se mantenga en el puesto, sabiendo de antemano que sus propósitos no llegarán mas lejos y que él será el primero en que los propios productores, en este caso, le reclamen la falta de cumplimiento en el pago de los proyectos aprobados y acuerdos convenidos.
Ferrari Pardiño, es un hombre que conoce bien el oficio que desempeña actualmente en la dependencia que se le ha confiado, pero no tiene dinero, para salir al encuentro de los grupos que se manifiestan, por lo que, difícilmente, podrá contener el ímpetu de los reclamantes, más cuando éstos son hombres del campo que exigen sus derechos.

La Sedarpa, es parte de los grandes compromisos que tiene el Gobierno del Estado, con los hombres del campo, principalmente, aquellos que invierten sus recursos en la producción de alimentos y que, consecuentemente, requieren del apoyo gubernamental.

Así ha sido siempre, pero ahora, las cosas son distintas.

Ferrari Pardiño, tiene voluntad, lo que no tiene es con qué pagar lo que su dependencia debe.

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Y LOS RUMORES siguen en el Estado de Veracruz, principalmente, en relación a los movimientos que se dan o pueden darse dentro del equipo de colaboradores del gobernador Javier Duarte de Ochoa, en tiempos en que la principal labor es componer lo que se puede componer de la administración pública.

Sin embargo, hasta ayer, el rumor de un nuevo ajuste en el área de Comunicación Social, persistía, incluyendo, al mismo tiempo, la renuncia ya aceptada de Juan Octavio Pavón González, quien se venía desempeñando en esta responsabilidad de ser enlace del gobierno con los medios de comunicación.

Pero el rumor que más pesa en estos momentos, es que, de nueva cuenta, Alberto Silva Ramos, podría volver al puesto, dejando, para sus efectos, la curul federal que tiene a su cargo con todo y comisiones asignadas.

Resulta raro el caso, aunque en tiempos de la controvertida política que se vive en Veracruz, todo puede suceder.

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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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