Héctor Yunes Landa, es hombre de encuestas. Así lo ha manifestado en diversas ocasiones, antes y después de asumir la candidatura del tricolor a la gubernatura del Estado.

Le gusta medir, paso a paso, los alcances que tiene la opinión pública, lo que dice la gente y por lo tanto, los propios electores.

Para él, las encuestas que se realizan, le favorecen. Siempre aparece con ocho o nueve puntos arriba de su más cercano contendiente, en este caso, el representante de la coalición PAN-PRD.

Ha dicho el candidato del PRI, que, incluso, la medición de la preferencia electoral, manejada recientemente por el PAN, le favorece y lo mejor de todo, es que los mismos panistas aceptan que existe una ventaja nuestra sobre la propuesta suya, reafirma, confiado, el propio aspirante tricolor.

En periodo político electoral, las encuestas marcan, de alguna manera, la pauta de los políticos que quieren llegar a Palacio de Gobierno. Son las encuestas, una actividad creciente y aparejada con los trabajos que se hacen en campaña, pero no son del todo confiables.

Para Héctor Yunes Landa, las encuestas son creíbles, aunque no ha dicho que lo sean todas, pues muchas de ellas pueden mentir por intereses políticos personales o bien por el pago que se les hace a las empresas que se encargan de llevarlas a cabo. Hay que tener cuidado de estos resultados, pues antes que nada, hay que entender que el negocio es primero, aunque parezca que dicen la verdad.

Por ahora, las encuestas determinan posiciones en el ambiente político de Veracruz, más aquellas que son profesionales y que se realizan, también, por gente preparada en la materia. Las encuestas, para algunos políticos, como Héctor Yunes Landa, son creíbles, pero para otros, si las manejan mañosamente, pueden ser demasiado peligrosas para los fines que apuntan.

Pero, aunque pocos lo crean, las encuestas ya son parte de las propias campañas políticas. Se realizan bajo métodos bien probados, aunque, en la realidad, estas mediciones mienten, no por la forma de hacerlas, sino por el interés que tengan quienes las mandan a realizar, lo que resulta todavía menos confiable. Sin embargo, son, de alguna manera, también la guerra, pues cada resultado es un misil que se lanza al espacio, esperando que caiga, precisamente, donde hace más daño.

Pero, como todo mundo dice, la mejor encuesta que se conoce, hasta ahora, en todos los procesos electorales que se han llevado a cabo, es la propia jornada electoral, donde los ciudadanos participan directamente y donde no hay marcha atrás en sus resultados, salvo que, los inconformes judicialicen la elección, interponiendo sus propias inconformidades.

Pero, sin duda, estamos en pleno proceso electoral y este tipo de estrategias políticas, seguirán conociéndose por todas partes, donde los resultados siempre beneficiaran a quien las paga.

Héctor Yunes, en cambio, acepta resultados y considera que las encuestas son creíbles, porque hasta ahora, que se sepa, no ha mandado a medir, por cuenta propia, las condiciones políticas de la entidad. En este sentido, lleva ventaja, pues aunque tal o cual encuesta solo marque un punto o dos de ventaja, es real y dice la verdad.

Así es que, encuestas van y encuestan vienen. La mejor de ellas, es la más esperada y que tendrá lugar, precisamente, el próximo cinco de junio, fecha que en que los veracruzanos, darán lugar a la mejor encuesta de todo el proceso político electoral.

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QUIENES CONOCEN bien a los Yunes, desde luego, los que son candidatos a la gubernatura del Estado, son aquellas personas que siempre han estado en la vida política de Veracruz, han leído o han escuchado acerca de ellos, han visto los espectaculares que se sitúan en lugares estratégicos y que, incluso, han tenido la oportunidad de saludarlos y verlos personalmente alguna vez.

Sin embargo, no son todos los veracruzanos, pues existen miles de ciudadanos que viven en su propio entorno, ya sea en las colonias apartadas o bien en las poblaciones marginadas o también las que radican permanentemente en el campo o están ocupadas en sus propios menesteres y que no les permite más que escuchar la radio o ver, de vez en cuando, la televisión. De internet, casi nada, todavía.

Y hacemos esta observación, porque los votos que se encuentran fuera de los centros urbanos, no son aprovechados por casi nadie, pues hay que entender que en los lugares mencionados, en su mayoría, votan por el logotipo y en ese caso, el PRI, es cierto, lleva una gran ventaja.

Sin embargo, al tricolor, también le ha estado fallando en los recientes tiempos, más cuando se ha aliado con otros partidos políticos que llevan al mismo candidato, pero que ninguno de ellos, se ha parado, con precisión, en estos lugares que hemos mencionado para reafirmar, no al candidato, sino al propio partido, pues hay que entender que meter en la mente de todos el logotipo del PRI, es como preguntarle a cualquier persona, cuál es el refresco que prefiere a la hora de ir a comprarlo a la tienda más cercana, lo dirán, casi todos, sin mayor problema, que piden una Coca Cola.
Este es el asunto, para los que no saben nada de los Yunes, sea el bueno o el malo, habrán de preferir votar por el logotipo que aparece en la boleta electoral.

Entonces, ¿Porqué no aprovechar la oportunidad que tiene el PRI, para reforzar su presencia en los lugares apartados y que ya hemos mencionado, tratando, como la Coca Cola, de invertir su mayor presupuesto y tiempo, en posicionar al partido?

No es el momento de perder el tiempo.

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HIZO BIEN EL candidato del PRI, a la gubernatura del Estado, en asistir a la Universidad Veracruzana, con la finalidad de entablar el diálogo con este importante sector, así como establecer una buena relación con las propias autoridades de la Máxima Casa de Estudios, pues ha de saber bien Héctor Yunes Landa, que dentro de población universitaria, se propaga, desde hace tiempo, el virus de la inconformidad, no tanto hacia las autoridades gubernamentales, como se ha venido conociendo recientemente entre el conflicto Universidad-Estado, por la falta de pago de una buena cantidad de recursos económicos, sino por el propio interés político de un bien diseñado grupo que opera dentro de la propia institución y no precisamente a favor del PRI.

Existen, como se sabe, claras señales de que las propias autoridades universitarias, han estado generando un estado de conflicto con el Gobierno, dirigidas desde algún lugar de la propia entidad veracruzana, para sacar ventaja política del mismo.

Es justo, como también lo entiende el propio candidato del PRI, a la gubernatura del Estado, que la Universidad Veracruzana, y todas las instituciones de educación superior, reciban los recursos que merecen y sobre todo, los que necesitan para cumplir con su misión, pero también hay que ver lo que puede estar sucediendo detrás de todas estas exigencias que han enfrentado, prácticamente, al Gobierno del Estado, con las propias autoridades universitarias.

¿Qué hay, además de la deuda que tiene el Gobierno del Estado, con la Universidad Veracruzana?.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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