Estamos en plenas campañas para renovar a los integrantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo en Veracruz. Las pasiones empiezan a aflorar pero, debemos conservar la calma. Ni todo lo que se dice es cierto, ni todo lo que se vees verdad. Como sociedad debemos tener un ojo al gato y otro al garabato.
Me refiero a que tenemos la obligación cívica de cuidar la equidad durante el proceso electoral. Estar pendientes de que a nuestros funcionarios públicos no “les gane la tentación” de querer apoyar al candidato o al partido de su preferencia. Ellos y ellas están para servir a la sociedad no para servirse del erario y recursos provenientes de nuestros impuestos.
Garantizar la legalidad, equidad e imparcialidad es responsabilidad de todos no sólo del órgano electoral. Dejemos que los diversos candidatos nos hagan sus propuestas, revisemos y analicemos las plataformas electorales, veamos las biografías de cada uno de los que aspiran a representar a su distrito o a gobernar el estado. Eso es ejercer nuestros derechos ciudadanos.
En este contexto se inserta el llamado que hizo el diputado Edgar Hugo Fernández Bernal, al solicitar a servidores públicos municipales, estatales y federales a ceñirse a lo establecido en la ley. No se trata de coartar sus derechos ciudadanos, sino de cumplir y hacer cumplir lo establecido en nuestro marco legal.
Dijo el legislador en tribuna: “Por ello, el principio de equidad está consagrado en nuestra Constitución y es un principio que deben observar todos los servidores públicos que tienen la responsabilidad de manejar cualquier tipo de recurso humano, material o financiero.”
Pareciera que nuestra memoria colectiva es corta y en cada proceso electoral tenemos que volver al tema de la equidad y no intromisión de los servidores públicos. Es cierto que cada vez son menos los problemas de este tipo, pero aún persisten y debemos trabajar en conjunto para erradicarlos.
La equidad en las contiendas electorales se afecta cuando hay desvío de recursos públicos hacia una campaña política o los servidores, en franca promoción personal, protagonizan actos públicos que influyen o pretenden influir en las preferencias electorales.
Vayamos construyendo ciudadanía y cada proceso electoral es una nueva oportunidad para ir colocando los ladrillos que nos sostengan como una sociedad democrática. Aquí lo importante es que participemos y cuidemos que sea lo más equitativo posible. Un gobernante, un representante popular no sólo requiere de legalidad sino de legitimidad que cada sufragio representa.
Recordemos que el mapa geopolítico veracruzano está pintado con los diversos colores partidistas. Ningún partido tiene la hegemonía, por lo que el llamado del diputado Fernández Bernal es para todos los que gobiernan en los 212 municipios y que, insisto, “sientan la tentación” de ir más allá de lo que la ley les permite.
Ojalá que la jornada electoral del 5 de junio sea lo que siempre hemos querido: una fiesta cívica de todas y todos quienes integramos esta sociedad. Sufragar es un derecho y una obligación. Las reglas están para los participantes, de nosotros depende que se cumplan y se respeten.
Por hoy es todo, les deseo un excelente día y nos leemos en la próxima entrega.