DA LA IMPRESIÓN de que a las autoridades federales, estatales y municipales, no les importa mucho el grado de educación que se pueda tener entre los gobernados, en este caso todos los del país y de manera especial en el propio Estado de Veracruz.

Resulta que uno escucha la radio, ve la televisión, como también lo ve el resto de cada familia.

Si ve la televisión, en casi todos sus canales, se escuchan una serie de barbaridades, groserías de todo tipo que van desde recordarle la madre a los mexicanos en general, hasta generar opiniones que desconciertan a todo mundo.

El gobierno federal, para empezar, no ha querido impulsar una ley, dentro de la propia reforma educativa, que regule los mensajes, el lenguaje utilizado en todos los programas y hasta las imágenes que trasmite diariamente con alto contenido sexual que no ayudan en nada a la formación de las nuevas generaciones.

La Ley de Radio y Televisión que por mucho tiempo estuvo vigente en todo el país, sencillamente, ha quedado al margen de todo interés de aplicación, pues permite que cualquier persona aparezca a cuadro, hablando de televisión, para decir majaderías directamente y sin ningún recato. Los que crecimos en un ambiente sano y procuramos que la educación sea parte de la conducta que presentamos en la calle o simplemente, dentro del seno de toda sociedad, nos da vergüenza que los medios masivos de comunicación, de manera especial, la radio y la televisión, permitan que se difundan estos contenidos que reflejan una pobre educación y una definitiva ausencia de cultura.

Si usted, enciende en este momento la televisión, no es raro que encuentre, a todas horas, programas con mentadas de madre, cuentos y chistes de doble sentido, canciones vulgares y otros programas que más bien confunden al público y lo llevan a practicar, en poco tiempo, lo mismo que se esta viendo y escuchando en estos aparatos.

La tecnología bien utilizada, sirve para respaldar los programas educativos y procurar tener menos violencia y más respeto por la familia, la sociedad, el país y nuestras instituciones.

Pero, lamentablemente, las autoridades educativas, no se han interesado por detener esta ola inmoral que se da en la televisión, la radio, la misma telefonía, donde se encuentran mensajes que más bien parecen señales cifrados, pues no se entiende nada de quien escribe, pues todo se hace ahora con una falta de ortografía que da pena, por decirlo de alguna manera, leerlos.

Los propios concesionarios de la radio y la televisión, ya no exigen, como antes, la autorización debida de la Secretaría de Educación Pública, que permitía trabajar en radio o en televisión, después de haber presentado los exámenes correspondientes de conocimiento, lenguaje y presentación personal. Hoy, cualquiera que quiere hablar en radio, solo solicita, como cualquier empleo, trabajar en radio, pues de esta manera, sale más barato, laboralmente, para los propios empresarios de la radio y la televisión.

Así es que, si usted quiere recibir majaderías y toda clase de programas, verbalmente nocivos, basta encender la tele, o la radio y encontrará, sin duda alguna, mensajes de todo tipo que nada tienen que ver con la promoción cultural a nuestro pueblo.

Somos, aunque muchos quieran negarlo en este momento, un pueblo sin cultura, lo que se refleja, constantemente, a través de los medios electrónicos.

Y no me digan que la picardía, también, es parte de la cultura de nuestro país.

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LA RECTORA de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, aclara, a través de la Coordinación de Comunicación Social, de la misma institución, que nuestro comentario de ayer, en relación a la foto del recuerdo que se tomó hace algún tiempo con Miguel Ángel Yunes Linares, hoy candidato del la coalición PAN-PRD, a la gubernatura del Estado, no fue, exclusivamente, con el aspirante mencionado, sino que se hizo también con otros personajes de la vida pública, entre ellos, de partidos políticos diversos, incluyendo, desde luego, al PRI.

Que la Universidad, ha dado facilidades a todos los candidatos, a fin de que puedan hacer llegar sus propuestas y compromisos con el pueblo veracruzano.

En pocas palabras, la Rectora de nuestra Máxima Casa de Estudios, en Veracruz, rechaza, con todo derecho que le asiste, el comentario publicado en nuestra columna.

Y nosotros, lo aceptamos.

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Y bien dicen que no hay mejor encuesta sobre la preferencia electoral, que la propia justa política que se llevará a cabo el cinco de junio próximo

Y es que, conforme van pasando los días de campaña política, surgen, casi cotidianamente, algunas consultas ciudadanas, en la propia calle, de lo que esta sucediendo en materia política y más con relación al posicionamiento político de los aspirantes a la gubernatura del Estado.

Suelen aparecer este tipo de encuestas que supuestamente van señalando el camino del proceso electoral, con algunas ventajas o desventajas de los que buscan llegar a Palacio de Gobierno.

La mayoría de estas encuestas, tienen resultados a modo, es decir, procurar establecer una verdad, por interés de cada protagonista en la lucha electoral, cuando en realidad, nadie sabe con exactitud, lo que esta sucediendo dentro del marco político de la entidad.

Y es que las encuestas cuestan y quien las manda a realizar, seguramente, sabe de antemano que cada investigación de este tipo, le va a favorecer.

Por eso, las encuestas mienten, salvo aquellas que se llevan a cabo por organismos independientes, ciudadanos o simplemente, por encargo propio, es decir, las que no tienen interés alguno.

Si hay alguna de este tipo, seguramente, que es la buena, independientemente, de la final, que no tiene quien la pague y que se da a través del voto popular…

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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