HAY QUIENES se preguntan constantemente sobre los avances del proceso electoral local.

Se refieren, sin duda, a la preferencia electoral que han alcanzado hasta estos momentos los candidatos a la gubernatura del Estado.

Las dudas nacen, más que nada, por las constantes encuestas que se realizan para tener una medición aproximada de lo que se ha generado con los pocos días de campaña electoral.

La verdad de las cosas, es que, tales encuestas, como se ha dicho, solo generan desconcierto político, porque no están apegadas a un método correcto y menos que obedezcan a un interés ciudadano. Generalmente, las encuestas, como ha sucedido siempre, se mandan a hacer para provocar reacciones políticas entre los propios contendientes.

Todo parece suceder de esta manera.

Por eso, las encuestas, hasta este momento, han motivado que muchos ciudadanos veracruzanos, se abstengan en creer en los resultados arrojados, sobre todo, en aquellos sectores políticos donde se sabe que hay demasiada politización de sus miembros.

Sin embargo, las encuestas llegan a impactar, de pronto, entre otros sectores que son fácil presa de estas estrategias políticas y que se usan, solamente, para aventajar a los demás contendientes, casi siempre en el puro papel, pero no exactamente en la decisión final de los ciudadanos que van a votar.

Por eso, las encuestas que se han realizado, son, normalmente, indicadores parciales de lo que esta sucediendo en materia electoral, concediendo a quien las respalda, un porcentaje positivo.

Si las encuestas se realizan por el propio partido político que postula a determinado candidato, menos son creíbles, incluso las que, en sus resultados puedan aceptar que van un poco abajo, pues también se ha considerado que esta es una estrategia política que se usa, como sucedió recientemente dentro del propio partido de Acción Nacional, donde aceptaron que el candidato priista, Héctor Yunes landa, les aventajaba con un puntaje considerable.

Sin embargo, para quienes se encargan de analizar el proceso electoral, coinciden en que todavía no se puede establecer un avance significativo o bien, casi definitivo a favor de nadie de los que ahora buscan la gubernatura del Estado. Habrá que esperar, se dice, por lo menos un mes de campaña para que se comience a vislumbrar la posibilidad de alguno de ellos. Por lo pronto, el trabajo proselitista sigue adelante, sin que hasta ahora, se pueda definir la preferencia electoral a favor de ningún candidato.

Cierto es que por ahora, el candidato del PRI, Héctor Yunes Landa, cuando menos en la percepción general que se tiene, es considerado el mejor aspirante, luego de que también se ha encontrado que no tiene cola que le pisen y esta condición es, de alguna manera, un respaldo ante los veracruzanos, pues éstos, como se ha dicho, ya no quieren, para nada, signos de corrupción en el gobierno, ni mucho menos ver alentada la violencia que tiene, en estos momentos, atrapada a la propia entidad veracruzana.

Pero nada será cierto hasta en tanto no haya transcurrido un mes, por lo menos, de campaña electoral.

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EL TRABAJO gubernamental, como el que corresponde también a los municipios veracruzanos, no puede, ni debe detenerse por ningún concepto. Esto quiere decir, que ni los alcaldes ni cualquier otra autoridad que esta obligada a trabajar por sus gobernados, debe parar su actividad en tiempos electorales.

Hay casos, como el de Xalapa, donde el alcalde Américo Zúñiga Martínez, mantiene su ritmo de trabajo por todos lados, respetando siempre, no entorpecer la labor electoral con las constantes promociones de obras materiales.

El trabajo debe ser, ante todo, discreto, tal y como lo entiende el Presidente Municipal de Xalapa, hasta ahora, considerado uno de los mejores alcaldes en toda la entidad y quien siempre ha sido de los más respetuosos de los lineamientos legales y en este caso, electorales.

Américo, sigue desvelándose como siempre lo ha hecho durante mucho tiempo, atendiendo las necesidades de los xalapeños, ya sea en la respuesta inmediata a problemas generales, como a las propias obras que se realizan en toda la ciudad para mejorar las condiciones de todos sus habitantes.

Es un muestra, se diría, de la responsabilidad política y social que tiene con todos sus gobernados, por lo que no puede ni debe parar o disminuir su trabajo e interés por lo que tiene obligación de hacer.

Sin embargo, hay casos de alcaldes que aprovechan la veda electoral, para bajarle el ritmo a su trabajo, asistiendo, incluso, a las actividades proselitistas de candidatos a la gubernatura, con la finalidad de mantenerse presentes y vigentes en la vida política de Veracruz.

Desconocen o lo hacen con toda intencionalidad, que la veda electoral, les permite dejar de trabajar y de atender a sus gobernados. Hay, desde luego, días de la semana, en que los alcaldes o cualquier otro funcionario público, puede asistir a eventos políticos, porque la misma ley se los permite, pero en términos generales, todos los que tienen una responsabilidad pública, deben abstenerse de aparecer en horas y días laborables a los eventos de proselitismo político…

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LOS PARTIDOS pequeños, como el Partido del Trabajo, saben de antemano que no tienen muchas posibilidades de ganar, por lo que, generalmente, las dirigencias van, más bien, por las prerrogativas que le pudieran tocar, pero sin que logren, de verdad, una verdadera campaña política, que bien les ayudaría a incrementar su listado de militantes y simpatizantes en todo el Estado de Veracruz.

Y esto, todo parece indicar, que esta sucediendo al interior de la organización política petista, pues ahora, resulta que están pensando en cambiar de candidata, cuando la representante de este partido, en el proceso electoral que se lleva a cabo para buscar la gubernatura del Estado, ya lleva recorridos buenos tramos de este trabajo y con grandes posibilidades, no de ganar, pero si de posicionar al partido que la postula en un lugar privilegiado dentro del marco político estatal.

Los dirigentes del PT, en Veracruz, ya se han puesto en contra de Doña Leonila Méndez Herrera, acusando que fue impuesta y que ya no están de acuerdo en este tipo de politiquerías.

Vaya, que es un asunto que no espanta, desde luego, pero que sí sorprende al ver la voracidad política, pero sobre todo, económica de los integrantes de la dirigencia.

Doña Leonila, trabaja, prácticamente sola, pues ningún dirigente de su partido, la apoya decididamente y todo parece tener una relación directa con el profundísimo interés económico que les anima, sobre todo, porque los dirigentes de estas organizaciones políticas, buscan aliarse con otras grandes o de paso, obtener, prebendas que les acomoden.

Méndez Herrera, es una mujer que si bien ha transitado de un partido a otro, ha logrado adquirir la experiencia necesaria para representar a un partido, que si bien es pequeño, como ella misma le llama, no deja de ser importante para la causa política que los anima.

Puesta en su papel de candidata a la gubernatura del Estado, ha dicho claramente que sus proyectos, son afines, en algunos casos, con los que tienen otros partidos políticos, no tan solo del PRI, sino de otras organizaciones como el PAN, donde estuvo anteriormente, pero todos quieren terminar con la violencia y con la corrupción, ofrecimientos que se escuchan en todos los discursos políticos.

En su reciente comparecencia, por así decirlo, con la APEVER, Asociación de Periodistas del Estado de Veracruz, Alba Leonila Méndez Herrera, dio una verdadera cátedra del conocimiento que tiene sobre las necesidades de los veracruzanos y quiere, por lo tanto, luchar para que se logren metas que aporten beneficios directos a los habitantes de esta entidad veracruzana.
Por eso, extraña que los petistas, principalmente, los que dirigen el partido, ahora se pongan en contra de ella para tramitar, prácticamente, ante el Tribunal Electoral Veracruzano, su posible sustitución, pues todo parece indicar que su ambición los ha llevado, precisamente, a descartarla, no para sustituirla por otro candidato, que a estas alturas del proceso, sería difícil lograr entrar con sus propuestas, si es que las tiene.

Lo más probable, es lo que se dice, que la dirigencia haya negociado ya, por debajo de la mesa, ceder los votos, hasta ahora conseguidos, con otros partidos políticos o bien, en todo caso, ponerlos a disposición del mejor postor.

Hay un nombre que se maneja dentro de esta grilla petista, de nombre Arturo Pérez Pérez, que forma parte de la dirigencia estatal del PT, y quien, a todas luces, parece ser el más interesado en echar abajo la candidatura de Alba Leonila Méndez Herrera.

Cosas, sin duda, del proceso electoral, pero sobre todo, del interés económico que se genera.

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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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