Es importante recordar a los lectores sobre las figuras de la cultura y el arte oriundos del estado de Veracruz, en el caso de Juan Manuel Torres su trayectoria literaria y cinematográfica lo hacen una figura destacada de nuestro país.

Nacido en la ciudad de Minatitlán el 5 de abril del año 1938, su progenitor fue panadero y su madre dedicada a las labores del hogar. El joven Juan Manuel viaja a la ciudad de México para realizar sus estudios superiores alojándose en la colonia Roma, durante esa etapa de su vida hace amistad con uno de los más grandes poetas que ha dado nuestro país, el gran José Carlos Becerra. Inicia sus estudios en la Escuela de Filosofía y Letras en la UNAM. Su militancia en la izquierda lo acerca a los cineclubes relacionándolo con mucha gente que reconoce su certidumbre y don de amistad. Gana una beca para estudiar cine en Polonia, siendo en ese país alumno de Andrzej Wajda y condiscípulo de Roman Polanzki.

Publicó sus primeros cuentos en 1957 para la revista Futuro, también lo hizo para la Revista Mexicana de Literatura, la Revista de la Universidad y Cuadernos del viento. En 1961 publica en la colección Cuadernos del cine el libro de ensayos Las divas, dedicado a las estrellas italianas del cine mudo. Al respecto Sergio Pitol en su libro El arte de la fuga hace mención al autor y sin proponérselo narra sobre el antecedente de este libro, refiere que cuando se encontraba en casa de Carlos Monsiváis llegan unos amigos de él para sesionar quienes formaban parte del grupo llamado “Nuevo cine”, entre ellos iba José de la Colina, Emilio García Riera, Paul Leduc y Juan Manuel Torres, quien le dice: “escribe sobre las primeras divas, las italianas, la Minichelli, La Terrible-González, la Borelli, sobre la pulsión erótica que ellas representan, surgida casi con el nacimiento del cine…”

Juan Manuel Torres era un apasionado del béisbol. Dentro de su militancia en la izquierda mexicana perteneció a una célula llamada “José Revueltas” del extinto Partido Comunista Mexicano como lo menciona José Luis Martínez en su ensayo El viaje interminable. Era afecto a gastarle bromas a sus amigos y muy certero para colocarles apodos, él incluso tenía el de “El bofe”.

Dentro de su incursión en el cine dirige la cinta La otra virginidad obteniendo con este filme el Ariel en 1975. Antes de obtener la preciada estatuilla realizó dos cortometrajes y un filme en Polonia como parte de su titulación; dirigió en 1971 su ópera prima Diamantes de oro y amor. Su esposa es en ese entonces la actriz Meche Carreño quien le protagoniza sus películas que dirige proyectando en ellas una marcada reflexión acerca de la vida, la muerte y el amor, éstas son La vida cambia, El mar, y La mujer perfecta. Escribe otros guiones que no llegan a filmarse.

A la par de la dirección cinematográfica y la escritura de guiones, se da el tiempo para escribir inicialmente su libro de cuentos El viaje publicado por Joaquín Mórtiz en 1969 y un año después aparece su novela Disdascalias publicada por Era. En ella hace una descripción de sí mismo: “mexicano, 1.77 de altura, pelo castaño, ojos cafés, 19 centímetros, tristón y timidón”, (pag. 87). Su obra literaria es breve pero profunda, su intensidad la compensa. Uno de los referentes de Juan Manuel era la etapa de la adolescencia por ello José de la Colina escribió al respecto: “La adolescencia era para él una especie de arte y que por eso cultivó siempre su adolescencia, trato de vivirla más allá de los límites biológicos”.

El sueño inacabable no es otra cosa que un desplazamiento geográfico, una lejanía, un viaje interior que no concluye. Estos son los referentes que plasmó en sus cuentos, en ese interminable ejercicio de juventud eterna que concluyo el 17 de marzo de 1970 cuando muere en un accidente automovilístico en la Calzada de Tlalpan de la ciudad de México.

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