EXISTE la percepción general de que las cosas están cambiando en el panorama político estatal.
Las diferencias entre los grupos políticos que operan dentro del mismo Partido Revolucionario Institucional, con la estructura política de Héctor Yunes Landa, comienzan por entender que son tiempos de sumar, más no de restar.
Lo hacen, al parecer, en tiempo y forma.
Hasta ahora, la campaña política tricolor, ha caminado por senderos tranquilos, salvo los espinosos momentos en que la falta de civilidad política, había permitido que se dieran los famosos dimes y diretes entre los propios integrantes de un partido que sigue siendo fuerte, muy a pesar de los diversos comentarios políticos, de fuentes bien pagadas, que han deseado siempre que esta organización política decline y entregue la plaza política, como se ha dicho.
No hay nada cierto.
La suma gubernamental, a favor de Héctor Yunes Landa, parece ser un resultado positivo a unos cuantos días de que llegue la jornada electoral.
Los conflictos políticos y hasta, en algunas ocasiones, con tintes personales, no podía ser de manera permanente. Los tiempos de enfrentamientos políticos, aún dentro del mismo partido, ya pasaron a la historia y ahora, lo que se requiere, es la construcción de una nueva estrategia que persiga la victoria electoral, porque si bien, el más cercano competidor, ya tiene muchos problemas personales, difícilmente podría estar en condiciones de arrebatar la posición al propio Partido Revolucionario Institucional, y consecuentemente, a su candidato.
La unidad, por fin, se acerca entre los propios miembros prominentes del Partido de las mayorías. Hubo eco a los buenos oficios de la dirigencia nacional, para que todos, en un solo objetivo, se alcance el éxito electoral.
Y es que, cuando todo parecía que al centro político de la nación, no le interesaba Veracruz, ahora, se toman las riendas y se produce una nueva forma de establecer lineamientos que favorezcan al proceso electoral, con la finalidad de que el PRI, gane en las elecciones del cinco de junio, pues para la nación como para los intereses políticos del mismo Presidente de la República, es necesario que la entidad veracruzana, siga siendo gobernada por un gobernador priista.
No es nada cierto, que el PRI, quiera dejar la gubernatura de Veracruz. Sería el error más grande de la historia política del tricolor, pues como se ha dicho en diversas ocasiones, para el resto de la nación, la entidad veracruzana, es el baluarte político más apreciado por la propia federación, en todos sus cuarteles, pues desde el mando nacional, hasta los partidos políticos de oposición, los que siempre están pensando en como hacerse de esta importante fracción territorial, desde el punto de vista político.
Lo bueno, por ahora, es que ya se están dando señales de unidad en torno al candidato priista.
Héctor Yunes Landa, cabalga en caballo de hacienda, adelantándose en gran distancia con su más cercano seguidor en esta lucha político electoral.
El panorama político estatal, en verdad, ya es otro. Baja la presión política, incluso, desde adentro del Partido Revolucionario Institucional, para el propio candidato a la gubernatura.
Todos los grupos ya operan en el mismo sentido. Ya no hay fuego amigo y la carga política se dimensiona para hacer frente a quien sigue siendo un serio peligro para el PRI, aunque en este momento, las cosas hayan cambiado sustancialmente.
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VIENE EL SEGUNDO encuentro político entre los candidatos a la gubernatura del Estado.
Se trata de un debate organizado por el OPLE, que es el organismo regulador de la contienda electoral en Veracruz.
Por ello, el mismo organismo, sigue pidiendo civilidad política para que los ciudadanos veracruzanos, puedan apreciar, más que los ataques personales y descalificaciones políticas, los ofrecimientos de las mejores propuestas para un gobierno de dos años.
Sin embargo, todo parece indicar que existen necedades, pues el mismo candidato de la coalición PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, se ha negado rotundamente a firmar un documento para comprometerse a tener una lucha civilizada. No quiere entender que los veracruzanos, ya no quieren enfrentamientos políticos, ya no quieren pleitos de ninguna naturaleza, ya no quieren denostaciones y descalificaciones personales.
Quieren, más que nada, propuestas y proyectos. Todos tienen sus propias estrategias. El pueblo, necesita saberlas para poder emitir su voto.
Y quien se niegue a darle al pueblo lo que quiere, prácticamente, podría estar perdiendo la oportunidad de alcanzar la confianza política, y consecuentemente, la preferencia electoral que requiere para llegar a la gubernatura del Estado.
A diferencia del encuentro anterior, donde una empresa particular, ofreció el primer debate de candidatos a la gubernatura, el organizado por el OPLE, es el más esperado, el que más llama la atención ciudadana.
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SI OTRA COSA no sucede, hoy llega al Puerto de Veracruz, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Será una visita importante, en tiempo electoral, aunque su presencia se debe, más que nada, al cumplimiento del compromiso que tiene con las fuerzas armadas de México.
Presidirá los actos conmemorativos de la defensa del Puerto de Veracruz, entre otras actividades, con motivo de la gesta heroica del 21 de abril de 1914, donde es preciso rendir honor a aquellos héroes que expusieron su vida y algunos otros que la ofrendaron durante el desembarco invasor norteamericano en el puerto de Veracruz, así como a civiles, militares e integrantes de la Marina Nacional, que defendieron heroicamente la soberanía nacional del imperialismo norteamericano.
Sin embargo, nada impide que su estancia en tierras veracruzanas, fortalezca, de alguna manera, la unidad política que se viene pidiendo a la misma gente de su propio partido político.
No hará nada, desde luego, que tenga que ver con el proselitismo político, pero es la figura presidencial, emanada del propio Partido Revolucionario Institucional.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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