Quienes conocieron al profesor Guillermo Héctor Zúñiga Martínez no se asombran cuando se les informa que una estatua de él va a ser develada en el Paseo de los Veracruzanos Ilustres. Quienes no lo conocieron se tendrán que informar, para no dejarse llevar por la maledicencia de los pocos que dicen que el alcalde, hijo del profesor Guillermo Zúñiga, le está levantando una estatua a su padre.
Para aquellos que no conocen la trayectoria del homenajeado les ofrezco esta breve semblanza: El profesor Guillermo Héctor Zúñiga Martínez nace el 18 de diciembre 1942 en Xalapa, Veracruz y muere el 23 de abril de 2015. Guillermo Zúñiga fue creador del Centro de Estudios Superiores de Educación Rural, de la Universidad Pedagógica Veracruzana y del Instituto Pedagógico de Normalización. Zúñiga Martínez se desempeñó también como Director de Educación Popular y Director de la Ciencia de la Computación en la Secretaría de Organización, Gerente del Departamento de Análisis de Información de la Subsecretaría para la conexión de la Información. Guillermo Zúñiga fue Director de la SEP en los distritos de la zona norte de México. Fue designado como Secretario de Educación y Cultura de Veracruz durante el sexenio del gobernador Fernando Gutiérrez Barrios. Fue elegido presidente municipal de Xalapa. Fue diputado local y diputado federal. Durante el gobierno de Patricio Chirinos Calero fue nuevamente Secretario de Educación y Cultura. Más recientemente fue director del Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos, fundador del Instituto Veracruzano de Educación Superior, instituto que lo llevó a la formación de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, de la que fue rector hasta el día de su muerte.
Sin embargo, como hombre de letras, uno de los detalles que más aprecio del profesor Zúñiga es el impulso que siempre dio a la lectura. Durante su paso por las instituciones de educación y cultura Guillermo Zúñiga dio siempre un lugar especial al libro. Decenas de ediciones se publicaron a partir de su iniciativa. Guillermo Zúñiga rescató las leyendas, cuentos y mitos de muchos pueblos, incluidos los cuentos y leyendas de Xalapa. Miles de libros se publicaron gracias al apoyo del maestro, libros que despertaron el interés de muchos por la lectura; que despertaron la imaginación de los lectores jóvenes; libros que fueron las primeras ediciones de autores nóveles, o antologías de escritores que ya son un referente en la literatura mexicana.
En la última etapa de su vida el maestro Zúñiga abrió la puerta de la editorial de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz a René Avilés Fabila, Silvia Tomasa Rivera, Estrella del Valle, al maestro de la UV Efrén Ortiz y a los periodistas Sergio González Levet y Virginia Durán Campollo, entre otros. Es una coincidencia sobresaliente que la fecha de la muerte del maestro coincidiera con la conmemoración del Día Mundial del Libro; día que se celebra para conmemorar la muerte de Cervantes y de Shakespeare.
Decía Sergio Pitol sobre la maledicencia: “Esa especie de ejercicio permanente de defensa con que los mediocres, los frustrados y los cerdos tratan de encubrir la mentira que es su vida, su pobreza íntima”. Ese ejercicio que busca denigrar sin razón, lo ejercen las personas que nunca alcanzaron la altura que se propusieron en la vida; entonces piensan que para no verse tan bajos, lo mejor es poner a los otros a la altura de su mediocridad; para ellos no hay estatuas, sino pozos de depresión.
El alcalde Américo Zúñiga no es el que erigirá la estatua de su padre en el Paseo de los Veracruzanos Ilustres. En primer lugar porque la estatua es una propuesta de la Universidad que el profesor fundó y del Club de Periodistas de México al que él perteneció; porque Guillermo Zúñiga desde muy joven también incursionó en el periodismo.
El alcalde de Xalapa no es el que erigirá la estatua de Guillermo H. Zúñiga, porque es el propio hombre en vida quien pone los fundamentos de su estatua, después de ello, es la historia la que la levanta.
Armando Ortiz aortiz52@nullhotmail.com